Las ruinas mayas de Chiapas, México, son unas de las ruinas arqueológicas más estudiadas del mundo. Sus extensos jeroglíficos cuentan historias y hechos históricos sobre cómo vivían, prosperaban y gobernaban los antiguos mayas desde el año 1500 a. C.
Si bien esos antiguos jeroglíficos son sin duda interesantes, proclamar las Buenas Nuevas en un español fácil de entender es lo que más le interesa al Misionero del Mes de LOGOI. Conozcan a Rosario Pinto Chay, esposa de pastor y madre de tres hijos. “Como familia”, afirma con alegría, “servimos al Señor”.
Rosario nació en un hogar cristiano. A los 15 años confesó a Cristo como Salvador y sintió el llamado de Dios a una vida de servicio al Señor. Como muchos, su ministerio comenzó enseñando a los más pequeños de su iglesia.
“Hoy en día”, explica, “me encanta servir y cuidar a aquellos que no asisten a la iglesia. En cambio, les llevamos la iglesia”. Con una gran sonrisa, describe el ministerio para los niños que se reúnen en el parque público donde viven. “Es un barrio donde la venta y el consumo de drogas es un problema grande. Los niños están atrapados entre terribles problemas con las drogas, la violencia y el abandono. Muchos de los que se unen a nosotros en el parque provienen de padres y familiares adictos. Los rodeamos de amor e influencia positiva mientras les hablamos de Jesús”.
“El segundo grupo”, continúa Rosario, “son jóvenes que se reúnen en nuestra casa. Algunos de ellos también son de familias con adictos. Nos reunimos cada semana y trabajamos duro para convertirnos en sus amigos mientras compartimos la Palabra de Dios con ellos. Es una alegría poder enseñarles, consolarlos y contarles la Buena Nueva de Jesús”.
El tercer grupo es la audiencia radial de la “Clase Bíblica Radiofónica para Niños”. Tal como lo hacen en el parque, comparten el Evangelio a través de historias bíblicas y las enseñanzas de Jesús.
Chiapas es uno de los estados más pobres de México y uno de los que tiene mayor índice de pobreza y analfabetismo. El tráfico de drogas es un problema grave, ya que la gente se ve atraída como una forma de salir de la pobreza o de escapar de las luchas de la vida. “Vivimos en una época de crisis debido al tráfico de drogas”, explica Rosario, “y lamentablemente, a pesar de todo el sufrimiento, hay poca hambre de Dios. Pero en esta situación, Dios nos ha llamado a ser una luz en un monte para aquellos que están dispuestos a buscarlo. Siempre estamos buscando seguir aprendiendo y descubrir nuevas formas de alcanzar a los perdidos y, con ese fin, estamos encantados de haber encontrado LOGOI. A través de sus recursos y cursos bíblicos, hemos descubierto una riqueza de conocimientos e ideas que nos está ayudando mucho en nuestro ministerio”.
¿Podrías tomarte un momento ahora mismo para orar por Rosario? Si bien reconoce su urgente necesidad de recursos económicos, la oración de Rosario es que ella siempre siga la guía de Dios, que no se desanime y que los “corazones duros” contaminados por las drogas y la pobreza se ablanden para escuchar el Evangelio.