Rodrigo Espinosa Cuevas, Valdivia, Chile

Dic 4, 2022

“Dios le habló a Moisés”, exclamó el predicador, “y era un asesino y fugitivo”. Continuó: “Dios le habló a Abraham. Él era un mentiroso. Dios le habló a David. Él era un adúltero. Dios habló a Salomón. Era polígamo. Dios habló a Tomás. Él era un escéptico. Dios le habló a Pedro. Era un negador. Dios habló a Lázaro. Él estaba muerto. Dios le habló a un burro cuyo nombre ni siquiera sabemos. Entonces, ¿por qué crees que Dios no pudo hablar contigo?

Qué alegría saber que Dios le habló a un maestro de escuela pública llamado Rodrigo Espinosa Cuevas durante una cruzada evangelística de 1977 en Chile. “El Espíritu Santo me habló y tocó mi corazón al escuchar su mensaje”, cuenta Rodrigo, “y confesé a Jesús como mi Salvador”. Con gran alegría agrega: “Hoy, Dios me ha dado un ministerio a los presos donde Dios puede usarme para ayudar a ganar almas para el reino de Dios y ganar buenos ciudadanos para nuestro país”.

Rodrigo y su esposa, Mirta Pardo, están casados ​​desde hace tres años. “Ambos nos divorciamos antes de conocernos y tenemos hijos de nuestros matrimonios anteriores”, explica. “Estamos muy agradecidos con Dios de poder decir que todos son creyentes”.

Rodrigo y Mirta son ambos parte del equipo de ministerio en la Iglesia Emanuel en la ciudad chilena de Valdivia, que incluye ayudar con el grupo pastoral matrimonial y su ministerio en las cárceles. Rodrigo también se desempeña como administrador de la iglesia y es responsable de los cursos bíblicos que imparten, particularmente a los jóvenes de la iglesia. (¿Puedes adivinar qué les gusta usar?)“Hemos estudiado mucho con el programa de estudios bíblicos FLET que ofrece LOGOI”, dice Rodrigo, habiendo completado él mismo 11 cursos de LOGOI/FLET. “El contenido y la calidad del material es excelente y ha demostrado ser de gran ayuda y valor para nosotros. También lo usamos para enseñar y ayuda con la formación de nuevos creyentes”.

“Cumpliré 66 años este diciembre”, agrega, “y voy todas las semanas a la prisión de nuestra ciudad para enseñar Biblia a los presos. Me gustaría establecer una escuela bíblica en la prisión porque con Jesús, ‘la verdad os hará libres’”.

¿Te tomarías un momento y orarías por Rodrigo y Mirta ahora mismo? Específicamente, piden que otros se unan a ellos para ministrar en las prisiones. También nos piden que oremos por buena salud y una “larga vida en el ministerio con pasión que nunca muere”. ¡Qué maravillosa petición de oración!