Nuestro mundo tiene tantos problemas. Al parecer, dondequiera que miremos hay conflicto, corrupción e injusticia.
- La casa de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, fue allanada como parte de una investigación de corrupción.
- Las fuerzas ecuatorianas irrumpieron en la embajada de México porque México concedía asilo político a un ex vicepresidente.
- En abril, cientos de miles de personas marcharon contra el presidente de Argentina, Javier Milei, por su presupuesto y recortes a las universidades estatales.
- Expertos en derechos humanos respaldados por la ONU han acusado al gobierno de Nicaragua de aplicar sistemáticamente los derechos humanos con abusos y represión contra la oposición política.
Todo suena tan tristemente familiar. Como nos recuerda Salomón: “La historia simplemente se repite. todo ha sido hecho antes. Nada hay verdaderamente nuevo debajo del sol” (Eclesiastés 1:9). La humanidad tiene una relación rota con Dios y la única respuesta, la única solución, nuestra única esperanza, es Jesús.
Por eso, nos alegra profundamente que Dios ha dado a LOGOI más de 32.000 misioneros nacionales estratégicamente ubicados en todo el mundo de habla hispana. Si bien son personas comunes y corrientes como tú y como yo, han llegado a LOGOI para estar mejor equipados para proclamar: “Jesús es la respuesta”.
En México, por ejemplo, tenemos 1.612 misioneros nacionales. En Perú tenemos 936. En Argentina 543 y en Nicaragua, 119. En caso de que se lo pregunte, tenemos 1,322 aquí mismo en los EE. UU. e incluso uno en Israel.
Pedimos que tomes un momento para orar por tus compañeros, hermanos y hermanas que sirven al Señor en sus comunidades locales. También pídele al Señor que les dé audacia para proclamar con alegría “Jesús es la respuesta”.
“Os he dicho todo esto para que tengáis paz en mí. Aquí en la tierra tendréis muchas pruebas y penas. Pero confiad, porque yo he vencido al mundo”. —Jesús (Juan 16:33)