Estudiemos la sana doctrina

Abr 24, 2019

Comenzamos con una anécdota que no es necesariamente una buena idea, pero años atrás un pastor sí lo hizo en la escuela dominical de una iglesia en Miami. Entró y comenzó a enseñar doctrina errónea que iba en contra de las enseñanzas básicas de la Biblia. No lo recomendamos, pero seguro ya entiendes por qué lo hizo: quería ver si alguien en esta iglesia de sana doctrina se daría cuenta de los errores. Tristemente, ni una sola persona en la clase se dio cuenta de las enseñanzas equivocadas. Esto sacó a la luz un gran problema, especialmente porque las Escrituras nos instan a la sana doctrina y nos advierten sobre las consecuencias de una enseñanza errónea:

Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina.” (1 Timoteo 1:3-4a)

Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe…” (1 Timoteo 6:3-4a)

Ahora, la iglesia donde sucedió esto tenía una declaración doctrinal detallada que los miembros debieron haber leído—y tal vez sí lo hicieron. Sin embargo, por alguna razón, no la sabían. En la iglesia contemporánea existe una resistencia hacia la palabra doctrina cuando simplemente significa enseñanza: lo que la iglesia cree y por qué. (Se espera que la enseñanza de dada iglesia local tenga su base en las Escrituras correctamente interpretadas.)

Ministerios LOGOI ofrece un curso titulado Doctrina bíblica de ocho semanas —basado en el libro Las grandes doctrinas de la Biblia, del teólogo y filósofo de renombre, R.C. Sproul—que lo ayudará a reflexionar sobre lo que enseña el cristianismo acerca de Dios, la Biblia, la humanidad, el pecado, la salvación, la iglesia, el futuro y la vida cristiana. Cada curso FLET incluye el libro de texto, la guía de estudio y el examen.

Puede consultar el curso Doctrina bíblica y el libro de texto, Las grandes doctrinas de la Biblia, aquí.

Considere tomarlo en un grupo en su iglesia o individualmente. ¿Quién sabe? ¡Puede que lo necesite tanto dentro como fuera de la escuela dominical un día!