La evangelización y la Pascua van de la mano. Por un lado tenemos la incomparable noticia de que el Señor Jesucristo conquistó la muerte. Sólo Jesús en la historia del mundo predijo Su muerte y resurrección con precisión absoluta. Después de echar del Templo a los vendedores, le pidieron a Jesús señal:
“Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras? Jesús respondió y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Entonces los judíos dijeron: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días? Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado. (Juan 2:18b-22)
Jesús cumplió Su promesa al pie de la letra. De no haberlo hecho no existiría el cristianismo, ya que todo sería falso. Pablo lo dice así:
Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra fe. (1 Corintios 15:13-14).
Por otro lado, tenemos una noticia incontenible que esta Pascua le podemos decir a otros: Jesús el Salvador vive y promete vida eterna, perdón de nuestros pecados y resurrección a todos los que creen en Él para vida eterna. La Biblia lo dice:
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (Juan 11:25-27)
¡Feliz Pascua de Resurrección!