Edgar Alberto Velásquez Medina, San Felipe, Estado Yaracuy, Venezuela

Ago 4, 2022

No hace mucho tiempo, Venezuela era uno de los países económicamente más prósperos de América Latina. Con sus sólidas industrias agrícola y petrolera, su PIB podría rivalizar con el de cualquier nación. Hoy, sin embargo, la economía de Venezuela está en ruinas. La hiperinflación ha devastado su moneda, haciendo que sea casi imposible para los venezolanos cubrir necesidades básicas como alimentos, ropa y medicinas.

Bienvenido al mundo de Edgard Alberto Velásquez Medina. Nacido y criado en Caracas por padres que amaban a Jesús, Edgard Alberto está haciendo todo lo posible para atravesar días muy difíciles con su esposa Leidy y su hija de cinco años, Dana Giselle. Edgard Alberto es pastor asociado en la Iglesia Jesús Verdad y Vida y se gana la vida como contador. “El día a día de los venezolanos se ha vuelto cada vez más complicado”, dice, “casi cinco millones de personas han huido del país, en su mayoría jóvenes”.

“Vivimos con altos niveles de corrupción institucional, desintegración familiar y bajos valores éticos-morales”, dice Edgard Alberto. “Entonces, tenemos iglesias y líderes que con demasiada frecuencia se alejan de Dios y ceden a las falsas esperanzas y promesas ofrecidas por el gobierno”.

Esto suena y parece tristemente familiar.

Pero al igual que la “nube de testigos” (Hebreos 12:1) que enfrentó grandes adversidades delante de él, dice: “¡Pero alabado sea Dios! Él no nos ha cambiado ni nos ha abandonado. Él permanece fiel a Sus promesas y Su remanente está de pie con fe y esperanza”. Y agrega: “La circunstancia de nuestro país nos ha permitido presentar el Evangelio con más fuerza, pasión y vigencia que nunca. Nos regocijamos al ver vidas transformadas por el poder de nuestro Señor y Salvador Jesucristo a través de su Evangelio”.

¿No te alegra que Edgard Alberto sea uno de los misioneros nacionales de LOGOI? Él usa nuestros recursos bíblicos regularmente, particularmente nuestros cursos de discipulado. “Dios ha usado LOGOI para ayudarme en la formación y el crecimiento espiritual”, dice. “Mi deseo”, afirma con alegría, “es que Dios me use para ayudar a hacer discípulos de Cristo en todas partes hasta que el Señor me llame a Su presencia”.