Cuando se me ocurría una pregunta como ésta, simplemente me acercaba a la oficina de mi padre, me sentaba en la esquina de su escritorio, y le hacía mi pregunta. A Papá le encantaban estas pequeñas sesiones de preguntas y respuestas. Por lo general se inclinaba en su silla y sonreía mientras pensaba en la respuesta. Casi nunca dejaba escapar una respuesta rápida, porque sus respuestas siempre tenían que tener respaldo bíblico. Yo sabía cuál era su método, y simplemente me sentaba y esperaba, mientras por su mente corrían varios textos de la Biblia.
Nunca se me ocurrió preguntarle esta pregunta a Papá cuando él estaba aquí, pero he últimamente he estado pensando. En mi mente, veo a mi padre sacar su Biblia y decir algo como, “Bueno, primero tenemos que entender que Jesús probablemente no nació en diciembre…” A lo que yo habría respondido: “Eso es sólo un detalle, continúa…” Entonces, Papá habría comenzado a hacer referencia a varios pasajes relacionados con mi pregunta como la “gran nube de testigos” que nos rodean (Hebreos 12:1) y cómo los ángeles se regocijan cuando una sola “oveja perdida” se encuentra (Lucas 15:6-7). “Así que sabemos que hay cosas que se celebran en el cielo”, me hubiera dicho.
Probablemente me hubiera asegurado mi padre el hecho de que en la tierra estamos regidos por el tiempo mientras que los que están en el cielo no lo están. “Aun así”, me hubiera dicho en voz alta, “Jesús rompió las barreras del tiempo y el espacio y nació físicamente en el mundo en un día específico que causó que los ángeles se regocijaran…”
La conversación hubiera continuado con nuestras imaginaciones tratando de visualizar la Navidad en el Cielo. ¡Qué inmenso coro! ¡Qué impresionantes luces! ¡Qué celebración increíble y alucinante tendría que ser! Cómo nos reiríamos y disfrutaríamos con nuestra creatividad y sintiéndonos tan bendecidos por ser parte de la gran familia de Dios.
Entonces, finalmente, al menos en este caso, tendríamos que concluir que si bien la Biblia no nos da una respuesta concreta a esta pregunta, probablemente sería correcto concluir que: “Sí, sí celebran la Navidad en el cielo”.
No puedo decirte cuánto extraño esos momentos dulces con mi padre. Cuando pienso en el pasado, me siento bendecido de haber tenido todos estos años esas maravillosas clases de seminario privadas con mi profesor favorito.
Fue con este concepto en mente que en LOGOI comenzamos nuestra sección PyR a través de nuestra Oficina Pastoral. Al igual que yo entraba en la oficina de mi padre y le hacía mis preguntas, la idea era simplemente dar a los pastores hispanos la oportunidad de preguntar sus preguntas a un profesor de Biblia de confianza.
Hoy en día, un panel de profesores en LOGOI sigue respondiendo las preguntas de los pastores y maestros de la Biblia en todo el mundo hispano. Es una parte poderosa de nuestro ministerio que estamos buscando ampliar en los próximos meses. También es esta parte de nuestro ministerio que inspiró el último libro de mi padre, Cartas a Carlos.
Por último, si usted se está preguntando, yo me quedé buscando una respuesta más definitiva a mi pregunta: ¡Celebran la Navidad en el cielo? Llamé a mi nuevo profesor de seminario y teólogo personal: mi hermano Dan, pastor de una iglesia grande en Titusville, Florida, y le hice mi pregunta. Por un momento, me sentí como si mi papá estuviera aquí conmigo una vez más. Dan se rió y después de una breve pausa dijo: “Ed, ¿no sabes? La respuesta es ¡Sí! ¡Todos los días!