Un estudio bíblico reciente basado en la primera epístola de Pedro tenía como título “¡Cállate!”. Sin dudas, suena bastante rudo. Y lo cierto es que no abarca todo el tema. Pero sirvió para captar la atención y dirigir a la audiencia al tema real: ¿Qué dice 1 Pedro acerca de nuestra boca? Si recordamos nuestros tiempos en la escuela dominical, hay más de un episodio en el cual Pedro dijo algo que no debió haber dicho. (Véanse Mateo 16:21-23; Marcos 9:2-8; Juan 18:15-27.) Sin embargo, con el tiempo llegó a desempeñarse como vocero de los doce apóstoles (véanse Hechos 1:15-26; 2:14-4; 3:11-26; 4:8-12). Por lo tanto, reconocemos que Pedro sabe un poco acerca de cómo hablar.