“La vida es como un bigote”, dice el refrán. “Puede ser maravillosa o terrible, pero siempre hace cosquillas”. Y con respecto a los bigotes, el Misionero del Mes de este mes luce una barba gruesa e impresionante y un bigote que compite con el bigote de su hermano.
Conoce a César Andrés Camejo Gotopo. Un joven gregario de veintiocho años que ama a Jesús, está lleno de vida, tiene metas y sueños fantásticos y es uno de los maravillosos misioneros nacionales de LOGOI.
César vive en Maracaibo, la segunda ciudad más grande de Venezuela con una población metropolitana de más de 5,2 millones. La Universidad de Zulia se jacta de ser la mejor de toda Venezuela y es conocida por sus facultades de derecho, ingeniería y medicina. Sin embargo, al igual que el resto de Venezuela, Maracaibo se ha visto muy afectada por el descontento político, la hiperinflación vertiginosa y la escasez de alimentos y medicinas. La vida puede ser muy difícil en Venezuela y encontrar una luz brillante para celebrar es una alegría para todos.
“Soy el mayor de dos hermanos”, dice César, “y por la gracia de Dios, nacimos en la casa de un pastor. He estado involucrado en las actividades de la iglesia desde que tengo memoria. Como muchos otros, tuve una crisis de fe, preguntándome si Jesús realmente era quien decía que era. El Señor usó la apologética [la defensa y prueba del cristianismo] para fortalecer mi fe con una certeza abrumadora de quién es Jesús”.
Profesionalmente, César trabaja en mercadotecnia y es una parte muy activa del equipo de alabanza y ministerio juvenil de su iglesia. Él explica que su iglesia está en un área pobre y problemática conocida por el abuso de drogas, prostitución y alcoholismo, muy tristemente, incluso entre los pre-adolescentes. “Entre estas personas”, dice César, “hay una iglesia llena de personas que aman al Señor y están apasionadas por compartir su amor”.
“LOGOI”, continúa César, “nos está ayudando a obtener estudios bíblicos que Dios está usando para ayudarnos a servir a la iglesia en nuestra ciudad y brindar discipulado a los jóvenes universitarios que son cristianos”. No sorprende que el tema favorito de César sea la apologética. “Uno de mis objetivos es organizar un ministerio de apologética y disciplina bíblica que sirva a la iglesia en general”.
¿Te tomarías un momento ahora mismo y orarías por César? Específicamente, pide que “el Señor me use de la manera que él quiera, para que se haga su voluntad y yo escuche el llamado que me hace”. Qué gran oración también para cada uno de nosotros, tengamos o no un gran bigote.