Conozca a Cathy Villanueva, una de nuestras increíbles misioneras nacionales que con alegría se define a sí misma como “la esposa de un pastor”. Ella y su esposo, el pastor Juan Villanueva Guevara, sirven a una comunidad de habla hispana en la Iglesia Bíblica Berea en nuestro propio patio trasero en Ashland, Alabama.
“Juan y yo tenemos cuatro hijos y hemos estado sirviendo a nuestra iglesia desde 2004”, dice Cathy. “Me encanta ser la esposa de un pastor y estar muy ocupada como parte del discipulado de nuevos creyentes y sirviendo donde sea necesario con otras mujeres de la iglesia”.
El fundador de LOGOI, el Dr. Les Thompson diría medio en broma: “Sin las mujeres de la iglesia, nunca se podría hacer nada“. Hablando con Cathy, sería difícil estar en desacuerdo.
“Nos gustaría plantar una nueva iglesia misionera donde Dios ya nos haya abierto una puerta”, dice Cathy emocionada. Sin lugar a duda, ella acepta plenamente su rol de socia con su esposo. Al hablar con ella no hay un “él” o un “yo”, sino siempre un “nosotros”. “A medida que Dios nos permite seguir adelante”, continúa, “estamos trabajando fervientemente para ayudar a más personas a convertirse en seguidores de Jesús”.
Su ministerio se ha visto muy favorecido por los cursos bíblicos de LOGOI/FLET; especialmente nuestros cursos de doctrina enfocados en la persona de Dios, Cristo y el Espíritu Santo. “Hemos usado y compartido sus cursos bíblicos que son una gran bendición”, dice Cathy. “Nos han ayudado a construir los cimientos de nuestra fe y luego nos ayudan a enseñar a otros quién es Dios y qué manda. Gracias a estos cursos, estamos aprendiendo y enseñando doctrina y escritura”.
Qué hermoso testimonio del diseño de Dios para un esposo y una esposa. Son un equipo maravilloso sirviendo juntos a Dios con alegría. ¿Te tomarías un momento ahora mismo y orarías por Cathy? En particular, pide buena salud para su esposo y familia para que todos puedan seguir sirviendo fielmente y con “interés y determinación”. Y mientras oras, sigue adelante y pídele al Señor que, como Cathy, ¡también sirvamos al Señor con interés y determinación!