SERIE EXPLORANDO LA BIBLIA
CAPITULO 8: JESÚS TAMBIÉN FUE NIÑO
POR PAMELA HENRÍQUEZ GALARCE
BASE BÍBLICA
Lucas 2:40-52
OBJETIVO
Comprender que la obediencia no es un sentimiento, es una decisión.
VERSÍCULO
“Jesús crecía en sabiduría y estatura, y Dios y la gente lo veían con buenos ojos.”
Lucas 2:52
INTRODUCCIÓN
Comience explicando que existen padres que no han concebido a sus hijos de manera biológica. Hay niños y niñas que por distintas razones han quedado sin sus padres biológicos y son adoptados por otros padres que deciden criar a ese hijo que han deseado tanto en el corazón. Decidir es un acto de amor.
DESARROLLO
El verdadero padre de Jesús era Dios mismo, pero José cuidaba de Jesús como si fuera verdaderamente su padre. Como él era carpintero, enseñó a su hijo la carpintería que es el trabajo de confeccionar objetos con madera. José y María también le enseñaron a Jesús la Ley, que era la Palabra de Dios. Ellos visitaban el Templo en Jerusalén y por supuesto llevaban a Jesús. Los judíos que no vivían en Jerusalén tenían que ir allá tres veces al año para adorar a Dios en el Templo. En una de esas ocasiones, después de la fiesta de la Pascua, María y José no encontraron a Jesús entre la gente que regresaba a su casa con ellos y tuvieron que devolverse a Jerusalén para encontrarlo. Ellos lo encontraron tres días después en el Templo. Imagino la angustia que debieron sentir. Pero Jesús estaba conversando allí con los maestros de la Ley. Todos, incluso sus padres, quedaron muy impresionados con lo que decía el niño, ya que a su corta edad, sabía demasiado de la palabra de Dios. José y María llamaron a Jesús para regresar a casa. A pesar de que Jesús sabía que el lugar donde le convenía estar era en el Templo, obedeció a sus padres y regresó a casa.
Conclusión:
No solo María amaba a Jesús porque lo había tenido en su vientre, sino también José, este humilde carpintero, decidió obedecer a Dios y cuidar a Jesús como su propio hijo. El relato que hemos aprendido hoy lo demuestra, cuando ellos se dan cuenta que Jesús no iba en la caravana de regreso a casa, se devolvieron a Jerusalén y caminaron de regreso tres días para encontrarlo. No es fácil decidir obedecer, tampoco es fácil decidir amar, pero si lo haces agradas el corazón de Dios y Él te bendice.
En un cartón pegar imágenes como las que se observan en la foto de referencia. Entregar a los niños una flecha de cartulina color rojo y un clip mariposa para que armen su ruleta de la obediencia.