3. Mi tiempo depende de Dios

Publicado por LOGOI

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3. Mi tiempo depende de Dios

XX

BASE BÍBLICA: 1 Samuel 3:1-21 

OBJETIVO
Que los alumnos aprendan a confiar en Dios y a despreocuparse de lo que sólo Él puede ocuparse. 

VERSÍCULO
“Dios puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginar o pedir”. —Efesios 3:20a 

INTRODUCCIÓN
Con un teléfono en la mano cuente a sus alumnos que hace rato está tratando de hablar con un amigo para darle una súper buena noticia, pero él no responde… Dramatice con el llamado “aloooo, aloooo”… nadie contesta. Mi amigo siempre tiene el celular en silencio o en el fondo de su bolso, nunca está atento por eso se ha perdido de muchas invitaciones y buenas noticias que le han querido dar. 

DESARROLLO
Puede ser que te acuerdes que la mamá de Samuel era una mujer llamada Ana. Ella deseaba, más que nada, un hijo, así que oraba y le pedía a Dios que le diera uno. Ana le prometió a Dios que si le daba un hijo, ella lo consagraría al Señor para que le sirviera todos los días de su vida. Dios le dio a Ana el hijo que pidió y ella cumplió lo que había prometido. Ana hizo sólo lo que ella podía hacer al querer un hijo, se lo pidió a Dios y Dios hizo lo que Ana no podía hacer, formar una criatura dentro de su vientre. 

Cuando el niño fue suficientemente grande, ella lo llevó al templo y se lo presentó a Elí el sacerdote. Así que Samuel sirvió en el templo bajo el cuidado de Elí. 

Una noche, siendo todavía un niño, Samuel estaba durmiendo cuando escuchó que alguien lo llamaba. Se levantó y corrió donde Elí. “Aquí estoy; me llamaste” dijo Samuel. “No te llamé” dijo Elí, “regresa a la cama”. Samuel fue a acostarse. Nuevamente el Señor llamó: “¡Samuel!” Samuel saltó de la cama y fue donde Elí. “Aquí estoy; me llamaste”. “No te llamé, regresa a la cama”, le dijo Elí por segunda vez. Por tercera vez Dios llamó a Samuel y éste se levantó y fue a Elí. “Aquí estoy; me llamaste”, dijo. Al fin Elí se percató que era Dios quien estaba llamando a Samuel. Le dijo a Samuel: “Regresa y acuéstate y si te llama otra vez dile: ‘Habla Señor, que tu siervo escucha”. Samuel se acostó y nuevamente escuchó la voz de Dios llamándole: “¡Samuel! ¡Samuel!” Esta vez Samuel contestó como Elí le había dicho, “Habla Señor, que tu siervo escucha”. 

Algunas personas piensan que Dios sólo llama a los adultos. Es por eso que me gusta la historia de Samuel. Samuel era un jovencito cuando Dios lo llamó. Dios sabe tu nombre tal como sabía el nombre de Samuel. Dios, aún ahora llama a niños y niñas diciendo: “Ven, sígueme”. No tienes que preocuparte de nada más, todo, absolutamente todo lo demás estará a cargo de Él. Lo importante es que estés dispuesto a escuchar su llamado, confiar en su amor y gran poder. Así que escucha la llamada de Dios y contéstale tal como lo hizo Samuel: “Aquí estoy” al igual que Ana haz sólo lo que tú puedes hacer, confiar en Dios y deja que Dios haga aquello que tú no puedes hacer, cuando Él desee hacerlo, confiando en su perfecta voluntad y creyendo que Él sabe el tiempo correcto para actuar. 

CONCLUSIÓN
Qué bueno que Samuel estaba atento a la voz de Dios. Samuel llegó a ser un gran hombre de Dios, un profeta, él era el portavoz de los mensajes que Dios quería dar a su pueblo. Dios se encargó de respaldarlo en todo momento, en cada área de su vida. ¿Estás listo para escuchar y obedecer la voz de Dios?. Ana confió en Dios y Él la sorprendió con la respuesta que dio a su oración. ¿Estás dispuesto a confiar tu vida a Dios?. Samuel no supo distinguir entre la voz de Dios y la voz de Elí en un principio pero una vez que se dio cuenta quién era el que lo llamaba, estuvo dispuesto a responder. Debemos estar atentos para escuchar la voz de Dios, porque Él nos puede hablar en cualquier momento. Debemos confiar que Dios siempre hará todo en el mejor momento, sí, Él tiene todo bajo control. 

Llamó a Samuel en una excelente edad para que así se convirtiera en el gran hombre que fue y respondió a la oración de Ana de una manera maravillosa, dándole un hijo que serviría a Dios por siempre. ¿Te das cuenta que cuando confiamos en Dios siempre pasa lo mejor?, entonces haz que cada segundo de tu vida dependa del Dios Todopoderoso, atendiendo a su llamado tal como lo hizo Samuel y confiando en Él tal como lo hizo Ana.

MANUALIDAD SUGERIDA
Crear un pergamino; en un cartón pintado, cartulina, goma eva o el material que tenga disponible crear una pauta musical con restos de lana. Los niños pueden escribir la frase “Dios siempre está a…” o entregar impresa, con papeles de colores hacer las notas musicales para formar “mi la do”. La llave de Sol es más difícil de dibujar por lo que se puede entregar lista para que los niños la peguen solamente. En la parte inferior delantera pegar versículo bíblico. (Ejemplo en imagen)

 

Más de esta serie:
Parte 1. No estoy solo ni un solo segundo
Parte 2. Consagro mi tiempo

Continúa con Parte 4: En todo tiempo puedo servir a Dios