3. Dios responde “espera” (luz amarilla)

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3. Dios responde “espera” (luz amarilla)

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BASE BÍBLICA: Génesis 37

OBJETIVO: Comprender que Dios tiene un tiempo para responder la oración. 

NOTA PARA EL MAESTRO: Puede utilizar la figura del Semáforo y con esta lección el color AMARILLO, puede decorar la sala de este color, con globos, cintas, flores, etc. También puede llevar una ropa de este color de modo que los niños lo relacionen con la palabra ESPERA… 

VERSÍCULO: Pero yo estaré alerta, esperando al Señor. Pacientemente esperaré en Dios mi Salvador; él me escuchará”. Miqueas 7:7 

INTRODUCCIÓN 

Conozco a alguien que hace unos tuvo un sueño. Ella soñó que estaba parada en un puente muy grande. Al darse cuenta que era un lugar desconocido, comenzó a observar a su alrededor, podía sentir el viento que soplaba. Logró identificar una gran ciudad y se preguntó ¿Cómo puede ser?, yo nunca he estado en este lugar antes. El tiempo ha pasado, ella aún no conoce ese lugar, pero sabe en su corazón que algún día Dios la llevará a esa ciudad a predicar su palabra, mientras tanto sigue ESPERANDO que ese día llegue. ¿Has tenido que esperar por algo que deseas hacer?, ¿no es tan fácil esperar verdad? La Biblia cuenta la historia de un hombre que tuvo que esperar mucho tiempo y vivir cosas muy difíciles hasta que su día llegó… 

DESARROLLO 

José era el hijo favorito de su padre Jacob, informaba a su padre de todo lo que hacían sus hermanos. 

Jacob amaba a José más que a sus otros hijos, porque lo había tenido en su vejez. Por eso mandó que le confeccionaran una túnica muy elegante. Viendo sus hermanos que su padre amaba más a José que a ellos, comenzaron a odiarlo y ni siquiera lo saludaban. Cierto día José tuvo un sueño (Dios usa diferentes métodos para hablarnos, los sueños son una manera en la que el Señor nos habla), se lo contó a sus hermanos y les dijo: Soñé que estábamos todos nosotros en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se levantó y quedó erguida, mientras que las de ustedes se juntaron alrededor de la mía y le hicieron reverencias. Sus hermanos enojados respondieron: ¿De veras crees que vas a reinar sobre nosotros, y que nos vas a someter?. 

Después José tuvo otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Les dijo: Tuve otro sueño, en el que veía que el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias, su padre lo reprendió y dijo ¿Qué quieres decirnos con este sueño que has tenido? ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo vendremos a hacerte reverencias? Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en todo esto. 

Pasaron muchos años, José vivió cosas malas y tristes; fue vendido como esclavo, encarcelado injustamente, maltratado y odiado por sus hermanos, pero él nunca dejó de confiar en Dios y esperar su respuesta. José creyó en el sueño que Dios le había mostrado y esperó pacientemente en el Señor. 

José también podía entender los sueños. Cuando estuvo en la cárcel conoció a unos hombres, uno de ellos llegó a trabajar al palacio de Faraón que era el Rey de Egipto. Faraón tuvo un sueño y se lo contó a sus ayudantes más sabios, pero ninguno de ellos pudo entender su significado. El hombre que había estado con José en la cárcel se acordó de él y le dijo al rey que conocía a alguien que lo podía ayudar. 

Cuando trajeron a José delante de Faraón, éste le relató lo siguiente: “Estaba de pie junto al río Nilo cuando, de pronto, del río salieron siete vacas hermosas y gordas que se pusieron a pastar entre los juncos. Detrás de ellas salieron otras siete vacas, feas y flacas, que se pararon a orillas del Nilo, junto a las primeras. ¡Y las vacas feas y flacas se comieron a las vacas hermosas y gordas! En ese momento el faraón se despertó. Pero volvió a dormirse, y tuvo otro sueño: Siete espigas de trigo, grandes y hermosas, crecían de un solo tallo. Tras ellas brotaron otras siete espigas, delgadas y quemadas por el viento. ¡Y las siete espigas delgadas se comieron a las espigas grandes y hermosas!” 

José le explicó al faraón: En realidad, los dos sueños son uno solo. Dios le ha anunciado lo que está por hacer. Están por venir siete años de mucha abundancia en todo Egipto, a los que les seguirán siete años de hambre, que harán olvidar toda la abundancia que antes hubo. Además, José le dio ideas de cómo deberían organizarse para guardar comida durante los años de abundancia y así tener lo suficiente para los años de hambre. Faraón estaba asombrado y le dijo: como Dios te reveló todo esto, no hay nadie más competente y sabio que tú. Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Solo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey. Así fue como lo nombró el Gobernador de Egipto. 

CONCLUSIÓN 

Cuando José soñó que su familia se inclinaría ante él, probablemente no dimensionó todo lo que esto involucraría. Pasaron muchos años, hasta que Dios permitió que él llegara a ser el Gobernador de Egipto. Producto de la escasez que había en la región, sus hermanos llegaron ante él para pedir ayuda, fue en ese momento cuando el sueño de José tuvo real significado. Sus hermanos se inclinaron ante él. José los perdonó y ayudó porque entendió que todo lo que había vivido era producto del tiempo de ESPERA que Dios había determinado. 

No te angusties ni desesperes si la respuesta de Dios tarda en llegar, puede ser que estés en el tiempo de ESPERAR, pero ÉL nunca va a dejar una oración sin responder. 

¡Ánimo, sigue adelante! 

MANUALIDAD SUGERIDA 

Caja de Peticiones (Los niños podrán usar ésta caja para guardar sus peticiones o las de otras personas. Transcurrido un tiempo pueden leer las peticiones que dejaron en la caja, para ver cuantas han sido respondidas por Dios con un sí y cuantas aún siguen en ESPERA) 

Materiales: Caja de zapatos o similar, papel o cartulina de colores, pegamento, tijeras. 

Ejemplo:

Versículo para memorizar