Curso: Cómo estudiar la Biblia
Metas
- El estudiante comprenderá los principios y logros de la Reforma que facilitaron el estudio personal de la Biblia. (Meta cognitiva)
- El estudiante apreciará el gran privilegio de poder estudiar e interpretar la Biblia por sí mismo.(Meta afectiva)
- El estudiante aplicará el principio de la interpretación privada de los Reformadores al estudio personal de la Biblia (en la lengua vernácula). (Meta volitiva)
Objetivo
El estudiante comenzará su propio estudio de un libro de la Biblia (3 Juan) conforme al principio de la interpretación privada y el privilegio de tener las Escrituras en la lengua vernácula.
Retos
- Completar la segunda lección:
- Leer el Capítulo 2 de Cómo estudiar e interpretar la Biblia por R.C. Sproul.
- Completar las cinco preguntas de estudio.
- Leer el artículo Regresemos a la Biblia (segunda parte).
- Leer el Capítulo 1: Observación en Método para el estudio de la Biblia por Robert Traina.
- Discutir las preguntas en el grupo de estudios. (El estudiante individual recibirá beneficio de dialogar acerca de las preguntas y sus respuestas con alguna amistad o amistades.)
- Utilizar los dibujos y sus explicaciones como ayuda de estudio mnemotécnica. (Nota: Estas ilustraciones se ofrecen como ayuda de estudio para los estudiantes. El alumno puede mirar los dibujos que explican algunos de los conceptos de la lección, leer la explicación que los acompañan y repetir los dibujos varias veces en una hoja de papel cualquiera hasta llegar a memorizar los conceptos.)
- El estudiante leerá 3 Juan y aplicará las Ocho preguntas a los vv. 1-4. Seguirá tomando en cuenta la perspectiva panorámica del libro, haciendo preguntas interpretativas y modificando, como sea necesario, las conclusiones preliminares alcanzadas en la lección anterior. Seguirá el desarrollo de un bosquejo visual de 3 Juan y pensando en el mensaje del mismo —el sujeto principal del libro, ¿de qué trata?, y el complemento, ¿qué dice al respecto?
ocho preguntas
Estas ocho preguntas guían el proceso de la observación y por lo tanto son nuestros “amigos” en este esfuerzo —aunque la pregunta ¿por qué? le pertenece más a la tarea de interpretación. Como ejemplo del uso de estas preguntas, ¿quién? se usa para descubrir “quienes” son mencionados en el libro. ¿A quién(es) es dirigido? ¿Quién lo escribió? entre otros.
Pregunta de discusión
A la luz de la advertencia que ofrece Sproul acerca de las dos clases de falsos maestros ¿puede identificar alguna ocasión en la cual usted haya estado en presencia de un falso maestro? ¿Qué hizo o cómo reaccionó?
Cinco Preguntas
- ¿Cuáles fueron los dos grandes legados de la Reforma? ¿Cómo es que estos van de mano en mano?
- ¿Cuál fue el estándar que usó Lutero para juzgar las afirmaciones de los poderes eclesiásticos e imperiales?
- En el contexto de los legados de la Reforma, ¿qué relación hay entre laicos y el clero educado? ¿Dónde se halla la autoridad —en el texto bíblico o en los poderes eclesiásticos? ¿Qué papel juega el sacerdocio de los creyentes en esta cuestión?
- ¿Qué diferencia hay entre el subjetivismo y la subjetividad?
- ¿Qué diferencia hay entre exégesis y eiségesis?
Dibujos explicativos
Estas ilustraciones han sido diseñadas a fin de proveerle una manera sencilla de organizar y memorizar cuatro puntos esenciales del capítulo. Tome una hoja de papel y reproduzca los dibujos de cinco a siete veces mientras piensa en el significado de cada cuadro. Luego tome otra hoja en blanco y reprodúzcalo de memoria con una breve explicación de su significado. Hemos provisto estas sencillas ilustraciones principalmente para aquellos que piensan que no saben dibujar bien. Si tiene talento para el dibujo (o deseos de dibujar) cree sus propios diseños a fin de memorizar puntos principales de estos capítulos.
Explicación: La práctica correcta del exégesis da por sentado que podemos hallar el mensaje de Dios en la Biblia misma. El exégesis significa el esfuerzo de extraer el sentido “fuera de” la Biblia (tal como lo indica el prefijo “ex” que significa “fuera de”). En contraste, el eiségesis, lleva la preposición griega “eis” que significa “en”, “dentro”, o “en dirección hacia”. El eiségesis tiene que ver con imponer o introducir ideas al texto que son ajenas a la intención del autor y de Dios. En contraste, en el exégesis descubrimos y extraemos el significado que Dios ha puesto en el texto. La ciencia de la hermenéutica provee los principios o las normas que nos protegen del eiségesis y nos ayudan a reconocer el sentido del texto bíblico.
Explicación: La reforma nos dejó grandes legados que hoy en día tal vez no valoramos. Entre ellos Martín Lutero nos dio dos que van de la mano: 1. La Biblia debe ser traducida en el idioma que las personas entiendan; y 2. Toda persona tiene el derecho de poder interpretar la Biblia sin tener que aceptar necesariamente la interpretación de algún poder eclesiástico. Por supuesto, la libertad debe ir acompañada con responsabilidad de interpretar correctamente las Sagradas Escrituras.
Explicación: El privilegio y la responsabilidad de la interpretación privada no quita que la iglesia necesite maestros. Dios ha dotado a algunos creyentes con la habilidad especial de enseñar la Palabra de Dios en forma precisa, comprensible, y convincente. Pero, los maestros deben servir a la iglesia. Y, cada creyente retiene la responsabilidad de evaluar lo que se le enseña a la luz de las Escrituras y en dependencia del Espíritu Santo.
Explicación: Tanto en el Antiguo Testamento (Jeremías 23:25-32) como en el Nuevo Dios espera que comuniquemos con precisión todo lo que procede de Él. El hecho de que Santiago exhorta “Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo” (3:1) subraya nuestra responsabilidad para ser estudiosos precisos de las Escrituras. Además de la exhortación a los maestros Sproul nos hace recordar el ministerio del Espíritu Santo de capacitarnos e iluminarnos para comprender la Palabra de Dios y responder a ella. Así, el intérprete se esfuerza a ser preciso en interpretar y comunicar la Palabra a la vez que depende del mismísimo Espíritu Santo que dirigió y comunicó a través de los autores humanos de la Biblia. El Rey David escribió, “El Espíritu del Señor habló por mí, y Su palabra estuvo en mi lengua” (2 Samuel 23:2). Los autores de la Biblia nunca se equivocaron. Fueron especialmente guiados por el Espíritu Santo. Pedro explicó: “Ante todo, tengan muy presente que ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie. Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:20-21, NVI). Nosotros, los que leemos y estudiamos las Escrituras sí podemos equivocarnos y por lo tanto debemos proceder con cuidado. El apóstol Pablo exhortó a Timoteo: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.” (2 Timoteo 4:15). Haremos bien en tomar ese consejo seriamente.
Respuestas a las preguntas
- Los dos legados de la Reforma fueron la interpretación privada y la traducción de la Biblia en el lenguaje vernacular. Estas van de mano en mano porque la traducción en el lenguaje vernacular facilita que todos podamos leer y estudiar la Biblia no sólo el clero y los eruditos.
- Lutero afirmó que “las Escrituras jamás se equivocan”. Por lo tanto, su conciencia —informada e instruida por la Palabra firme de Dios— no lo permitía cambiar su punto de vista excepto bajo dos condiciones: si la Palabra de Dios o la razón evidente lo convencieran de una perspectiva diferente. De manera que Lutero no reclamaba infalibilidad. Estaba dispuesto a cambiar su opinión con condición que la Biblia o la razón clara cambiaran su conciencia. A la vez mantenía que los papas y concilios eclesiásticos también podían estar errados. Así, la verdad reside en la Palabra objetiva y no en las personas subjetivas según sus propias opiniones y perspectivas.
- Los reformadores afirmaron el sacerdocio de todos los creyentes en Jesús. Cada creyente tiene la responsabilidad de cumplir con su papel en la iglesia —y todos tienen responsabilidades en y hacia la misma. No obstante, reconocían que la iglesia tiene líderes y maestros. Dios ha dotado a ciertos creyentes a fin de que puedan enseñar. Y, nos ha dado el Espíritu Santo a todos los creyentes en Jesús a fin a ayudarnos a entender y aplicar la Biblia en nuestras vidas.
- La Biblia representa y comunica la verdad objetiva. El sentido de la Biblia no cambia según la perspectiva subjetiva de alguna persona o de algún grupo. No obstante la verdad objetiva de la Biblia se aplica subjetivamente a las personas que la leen, la creen y la aplican en sus vidas. El subjetivismo, por otro lado, significa que la persona subjetiva decide qué sentido quiere darle o imponerle a las Escrituras sin miras al significado que Dios comunicó en Su Palabra por medio de los autores que Él seleccionó y dirigió.
- La exégesis da por sentado (correctamente) que el sentido de la Biblia reside en el mismísimo texto bíblico —más que en el intérprete. Así, el lector de la Biblia debe esforzarse por descubrir y extraer el sentido que Dios a puesto en la Biblia. El eiségesis implica todo lo contrario — el esfuerzo de introducir o ver sentidos ajenos a la intención de Dios en el texto de la Biblia. El intérprete descubre el sentido objetivo de la Biblia, no lo introduce subjetivamente.
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