La resurrección: presente y futura

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La resurrección: presente y futura

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MI OBSERVACIÓN

Desde su caída el hombre lucha para recobrar el paraíso.
¡La vida tiene que tener sentido!
—Lucha, pero sin Dios.
—Cree que es posible crearlo a su manera.

Hasta como individuos procuramos crear un paraíso aquí
—casa
—muchas cosas
—pero, sin Cristo

Un día Dios en Cristo hará lo que el hombre no puede hacer: el paraíso eterno.

I.  COMO DIOS NOS PREPARA PARA IR AL NUEVO PARAÍSO

INTRODUCCIÓN

Cuando salí de Cuba, al año y medio de la victoria de Fidel Castro, había allá una expresión muy oída: “la creación de un nuevo hombre” (“nuevo”, por supuesto, según los patrones ideológicos del marxismo).

Marx, Lenin Castro, Ortega… todos estuvieron conscientes de que el hombre necesita ser cambiado.

Con los sorprendentes cambios habidos en los países comunistas, todos ahora nos damos cuenta de que su sistema nunca fue capaz de crear ese “nuevo hombre”.

Sabemos que la idea de un “nuevo” hombre no se originó con Marx; es tan antigua como Jesús. Fue él quien habló de un “nuevo nacimiento”, por el poder del Espíritu de Dios.

  1. Las implicaciones de la resurrección
    Resurrección significa más que meramente dar vida
    Jesús resucitó a varios: (pero todos volvieron a morir)
    —a la hija de Jairo (Mateo 9:18-26)
    —al hijo de la viuda de Naín (Lucas 7:11-17)
    —a Lázaro (Juan 11:38-44)
    Fue resucitación, no resurrección
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  2. Resurrección a “vida eterna”
    —un evento singular, especial
    —vendrá cuando Cristo regrese por segunda vez
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    Experiencias al borde de la muerte — por TV
    —mostraron asombrosa semejanza entre experiencias
    xxxxxtodos vieron una brillante luz
    xxxxxtodos pasaron por un tip de túnel hermoso
    xxxxxal otro lado sintieron gran paz y tranquilidad
    xxxxxalgunos vieron a parientes que les llamaban
    xxxxxotros a Jesús.
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    —Me interesó ver que ninguno dio testimonio religioso
    ¡No se engañen! Ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los usureros, ni los borrachos, ni los agraviadores, ni los maleantes heredarán el reino de Dios“.  (1 Corintios 6:9-10)
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  3. La resurrección: fuente del poder vencedor
    1. La muerte de Cristo logró satisfacer todas las demandas de Dios en cuanto a nuestra justificación.
    2. En la resurrección de Jesús está el poder para hacer nuevas personas de seres imperfectos.
      Justificación: nuevo nacimiento, perdón logrado
    3. La esperanza de nuestra propia resurrección afecta nuestro modo presente de vivir.
      Santificación: vida nueva, poder proporcionado
      La cruz —logra nuestra justificación
      La tumba vacía —nos da el poder para vencer el pecado, vivir cristianamente
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      Romanos 6:1-14 — la indisoluble unión entre Cristo y el creyente
      ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?, porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él, y sabemos que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. 10 En cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; pero en cuanto vive, para Dios vive. 11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. 14 El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.
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    4. La indisoluble union entre creyentes y Cristo.
      Una identificación real:
      —Cuando Cristo murió, yo morí
      —Cuando Cristo resucitó, yo resucité
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    5. La consecuencia es que:
      a. “hemos muerto al pecado” (v.2).
      b. “nuestro viejo hombre fue crucificado con él” (v.6).
      c.  “a fin de que no sirvamos más el pecado” (vs. 6, 11-14)
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    6. Con Cristo hemos resucitado para que
      a. “andemos en vida nueva” (v.4)
      b. “vivos para Dios” (v.11)
      c. nuestros cuerpos “instrumentos de justicia” (v. 13).
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    7. ¿Cómo hacemos reales estas verdades?
      a. ¡Creyéndolas! ¡Por la fe!
      b. ¡Apropiádolas!
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      Dice San Pablo en Romanos 6:11:  Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
      Por fe actuamos de acuerdo con la verdad que Dios no ha dado.
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      ILUSTRACIÓN:
      Pedro cuando quiso andar sobre el agua.
      —Sabía que tal cosa era imposible
      —Si Cristo me invita, puedo: depende de Cristo, no de Pedro.

II. LA RESURRECCIÓN: EVENTO REAL PARA TODOS NOSOTROS
Será el proceso de cambio do lo que éramos a lo que seremos.
Con su poder, Dios resucitó de entre los muertos al Señor, y nos resucitará a nosotros también
1 Corintios 6:14.

  1. La importancia de esta enseñanza:
    Si no existe la resurrección de los muertos, entonces tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo ho ha resucitado nuestra predicación es inútil y lo mismo la fe… (1 Corintios 15:13,14)
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    Mas adelante añade: Si no resucitan los muertos, comamos y bebamos que mañana moriremos. (1 Corintios 15:32)
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    Pues sabemos que el que resucitó al Señor Jesús de entre los muertos, nos resucitará también a nosotros con Jesús. (2 Corintios 4:14)
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    Cristo es: …el primogénito de entre los muertos. (1 Corintios 1:18, Apocalipsis 1:5)
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  2. Las preguntas que surgen
    A. ¿Cuándo será esa resurrección?
    B. ¿Cómo será esa resurrección?
    C. ¿Qué clase de cuerpo tendremos?
    D. ¿Cuándo ocurrirá esta resurrección?

    1. Está ligado con la segunda venida de Cristo:
       El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. (1 Tesalonisenses 4:16,17)
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  3. ¿Qué clase de cuerpo tendremos?
    1. La metáfora de la semilla
      Habla del misterioso proceso de siembre y siega (1 Corintios 15:35-44)
      La “semilla” representa a alguien sepultado.
      El cuerpo enterrado es enfermo débil, viejo, gastado
      Como la semilla que muere germina en una nueva planta, así, por el milagro de la resurrección, todo cuerpo humano un día cobrará una nueva vida.
      —los justos resucitados para vivir en eterno gozo
      —los impíos para sufrir castigo eterno
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    2. La metafora explicada
      La planta que brota es distinta a la semilla.
      El cuerpo resucitado será distinto del enterrado.
      Por el poder del espíritu Santo saltará a vida algo mucho mejor, mayor, y superior.
      Pero todavía será HOMBRE, no un espíritu
      xxxxes sin pecado (pureza)
      xxxxes eterno, sin el proceso presente de merte
      xxxxes apto para el cielo, vida en el ambiente de Dios
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    3. El cuerpo espiritual
      Resucitará un cuerpo espiritual. (1 Corintios 15:44)
      xxxCaracterizado por la obra especial del Espíritu Santo.
      El cuerpo que tendremos será el mismo de ahora, pero hecho apto para el cielo,
      xxx(perfeccionado) por esa obra especial del Espíritu Santo.
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    4. La importancia de la santificación de nuestros cuerpos
      El cuerpo “espiritual” del futuro será este mismo.
      Tendrá la misma personalidad y características.
      El Espíritu Santo no espera hasta nuestra muerte para entonces cambiarnos. Está obrando en nuestros cuerpos mortales preparándolos ahora para la inmortalidad.
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III. ¿CÓMO SERÁ ESE DÍA DE RESURRECCIÓN?

  1. Los espíritus de los que ya están muertos
    Las almas que han partido están con el Señor.  (Filipenses 1:21-23, 2 Corintios 5:6-8)  No en estado de sueño. (Lucas 16:19-31)
    Los cuerpos permanecen en las tumbas hasta el día de resurrección, cuando se levantarán (cobrarán vida) y se unirán con sus almas.
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  2. Cuando regrese Cristo habrá un gran milagro
    Los fieles como dice San Pablo a los tesalonicenses, resucitarán de donde quiera que se encuentren enterrados cuando Cristo regrese por los suyos. Todos los demás [los impíos] también serán resucitados pero para ser juzgados y luego arrojados al lago de fuego ¡para siempre!  Apocalipsis 20:11-15
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    No hay mayor estímulo para entregar nuestros cuerpos como sacrificio vivo al Señor que la meditación sobre la gloria que nos espera. Mientras más sepamos de esa gloria, más dispuestos estaremos a abandonar nuestros pecados particulares, mortificar nuestra carne, y prepararnos para lo que nos espera.
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    Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, así como él es puro. (1 Juan 3:3)