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Por Oswald J. Smith
Tomás, como es de creerse, no creía nada sin verlo antes. ¿Qué de los milagros? Bueno, creía en ellos si los presenciaba. Sus compañeros querían hacerlo cambiar, el Maestro quería enseñarle, pero al parecer para Tomás no había remedio. Poseía el carácter de aquél que aprende sólo cuando busca, pregunta, descubre; la mente de uno que sólo se satisface con la verdad.
Según la tradición, Tomás fundó la primera iglesia cristiana de la India donde murió sobre sus rodillas mientras oraba al Maestro. El autor, el renombrado Dr. Oswald Smith, expone vívidamente las experiencias extraordinarias que debió vivir este discípulo de Cristo.
La mente de un niño es como un banco, lo que allí se deposita retorna en diez años, con interés. —Dr. Frederic Wertham
De cierto os digo: si tuvieres fe como un grano de mostaza… nada os será imposible. —Mateo 17:20