¿Es impropio que los cristianos intercambien regalos en la Navidad?

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¿Es impropio que los cristianos intercambien regalos en la Navidad?

¿Qué de los regalos navideños? ¿Es impropio que los cristianos intercambien regalos en la Navidad?

Te contaré una historia verídica de un regalo de Navidad y luego de escucharla, me dirás si hacerse regalos es propio o no. Se acercaban las navidades. Allá en Cuba, a la edad de siete años, veía a otros niños de mi edad con bicicletas y, como todo niño, yo quería una. Mi padre, misionero que era, pasaba por tiempos de mucha limitación financiera. Recuerdo que en ocasiones escasamente había de comer. Mamá nos decía, “Vayan a la arboleda para ver si encuentran algún mango para llenarse”. Una noche, en el tiempo acostumbrado de lectura bíblica y oración, papá trató el texto: “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.[1]Mateo 21:22 Cuando me tocó a mi orar, dije: “Señor yo sé que oyes la oración. Así como has contestado a tantas oraciones de papá, te pido que contestes la mía. Yo te pido que esta Navidad me regales una bicicleta.” Mi padre vino después y me preguntó, “Hijo, ¿crees que esa es la oración más apropiada, cuando estamos pasando por tantas necesidades?” “No sé, papá, pero creo que un muchacho de siete años que nunca ha tenido una bicicleta debe tener una. Porque sé que usted no me la puede dar, por eso se la estoy pidiendo a Dios. Si Él quiere, Él me la puede dar.” Papá se sonrió y se despidió diciendo, “¡Pues ora mucho, hijo!” Luego de largos días y mucha oración, llegó la Navidad. Esa mañana madrugué. Discretamente entré a la sala. En la poca luz del día que amanecía vi recostada al lado del arbolito mi bicicleta. Me acerqué y la toqué y allí al lado de aquel milagro me arrodillé para darle gracias a Dios. Papá luego me contó, “Una señora conocida de Norte América mandó un giro postal indicándome que le comprara una bicicleta a un hijo mío.” Cada vez que he sentido estar ante lo imposible, ese regalo de Navidad me ha servido para asegurarme que Dios oye la oración y le encanta dar regalos, aun a los niños.

References

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1 Mateo 21:22