El gozo de vivir

Publicado por

Precio: GRATIS

Enlaces a recursos

Comienza

Regístrate hoy Hágase miembro y acceda nuestro recurso

El gozo de vivir

por Ed Thompson

Nuestro perro Paco está profundamente enamorado de mi esposa, Jenn. La protege como a nadie. Esto lo descubrí un día que me acerqué a Jenn para darle un beso mientras Paco estaba a su lado en el sofá. En vez de sentir los dulces labios de mi querida esposa, sentí el hocico mojado de mi perro, quien rápidamente vino a interrumpir este momento de ternura entre nosotros.

El asombro me hizo caer de pie. Imagine la escena: yo ahí mirando a este loco animal sofocando con sus patas a mi esposa, quien no podía contener la risa. Pero yo no me di por vencido. Volví a inclinarme para buscar los labios de mi esposa y conseguir el codiciado beso. Esta vez, Paco comenzó a ladrar y acomodó su cuerpo entero sobre la cabeza de Jenn.

A este punto, Jenn se estaba riendo histéricamente y Paco “El Defensor” estaba ladrando ferozmente para mantenerme lo más lejos posible. Ahí le declare la Guerra: Hombre contra bestia. Pasión contra protección. Perro desquiciado contra esposo desesperado.

Caminé alrededor del sofá mientras Paco me seguía con sus ojos negros amenazantes mientras cubría a Jenn con sus patas y meneaba el rabo. En el momento preciso, brinqué sobre Paco, lo agarré en mis brazos y corrí con él hacia la próxima habitación, sobre el piso resbaladizo de losa. Lo dejé en el suelo, aguantándolo para que no se moviera y corrí al sofá a cobrar mi beso. Mientras yo corría hacia mi esposa, podía escuchar a Paco tratando de enderezarse y agarrar la tracción necesaria para alcanzarme.  Mientras el perro se seguía resbalando yo llegué al sofá y recibí victorioso el beso de Jenn. Cuando por fin llegó al sofá para interponer su hocico entre nosotros, ya era muy tarde. ¡Yo había triunfado sobre esta bestia!

¡Ay, los placeres de la vida! Jugar con un perro. Trabajar por un beso. Niños. Una familia feliz. Las maneras de disfrutar la vida son infinitas.

Me maravilla el concepto de la alegría. El diccionario define la palabra “alegría” o “regocijo” como “sentimiento grato y vivo, producido por algún motivo de gozo placentero o a veces sin causa determinada, que se manifiesta por lo común con signos exteriores.” La traducción en inglés, “joy”, es tan especial que se considera tanto un sustantivo como un verbo.

Estoy convencido que una de las pruebas más contundentes de que el Dios de la Biblia existe es el concepto del gozo. Es más, la próxima vez que tengas una conversación con alguien que crea que estamos aquí por un accidente de la evolución, pregúntale cómo puede explicar el “gozo” sin un Dios amoroso.

Recientemente, escuché un hermoso sermón sobre la creación. Quedé fascinado cuando el pastor sugirió que Dios pudo haber “cantado” la creación del mundo. Por supuesto, no tenemos la más mínima prueba de que este haya sido el caso, pero esa idea me encanta.  Solo imagine la belleza y regocijo en la voz de Dios mientras cantaba y creaba estrellas, galaxias, a ti, a mí…

Tal como es el amor, la alegría es parte de la esencia de Dios. Todos sabemos que “Dios es amor” y “Dios es alegría”. Los dos conceptos son inseparables.  El Diccionario Ilustrado de la Biblia de Tyndale, explica que el regocijo es “una cualidad, más que una mera emoción, basada en el mismo Dios y derivada de Él”. Tal vez sea por eso que el famoso autor y profesor C.S. Lewis, describiera su conversión al cristianismo con tan solo decir “regocijo”.

La Biblia nos describe al verdadero creyente en Cristo: “el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23). ¡Qué interesante que “gozo” es la segunda palabra en la lista!

Tengo un amigo con cáncer. Gracias al Internet, el me mantiene al tanto de las diferentes etapas en su tratamiento. He perdido la cuenta de sus muchas operaciones. Ha tomado medicinas con efectos secundarios terribles. Ha tenido largas estadías en el hospital y visita constantemente a su médico. Pero todavía no lo he visto quejarse. Es más, sus cartas y llamadas están tan llenas de gozo, que si no lo conociera no sabría que algo anda mal. Es una inspiración para mí de lo que es la verdadera fe en acción.

Como decía el apóstol Pablo, mi amigo dice: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:12-13).

El famoso predicador Charles H. Spurgeon dijo una vez, “Cuando hables del cielo, deja que tu rostro se ilumine con el resplandor celestial. Deja que tus ojos brillen con el reflejo de la Gloria. Y cuando hables del infierno—bueno, entonces tu cara de siempre será suficiente”.

Demasiados cristianos andan por ahí con su “cara de siempre”.  Han olvidado lo que Jesús le dijo a sus discípulos, “Regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:20). ¿Cómo es posible que alguien quede inconforme con tan buena noticia?

El gozo es una parte básica de nuestra vida como cristianos. De hecho, ¡es una orden de Cristo! Nos dice: “Confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Esto significa que podemos y debemos disfrutar las bendiciones que Dios nos brinda cada día. No quiere decir que estamos salvos de problemas, tristezas y frustraciones. Lo que significa es que tenemos una base para sentir el amor y gozo y paz de Dios en cualquier situación.

Entonces, ¿cuál es tu cara? Por favor no andes por ahí con tu “cara de siempre”. Deja que se ilumine con la alegría del cielo y confía, que Dios ha “vencido al mundo”.

Ed Thompson es presidente de Ministerios LOGOI.