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Tomado del libro “Método para el estudio de la Biblia”
por Robert A. Traina
Aunque siempre ocurre alguna correlación durante la interpretación y aplicación, esta fase constituye en sí el paso final del estudio inductivo de las Escrituras, ya que representa las generalizaciones que son resultado del examen de un pasaje en particular.[1]El movimiento inductivo que va de lo particular a la generalización puede ser utilizado en dos áreas: primero, en el estudio de pasajes individuales, en el que comprende la observación de los … Continue reading
Para ser más específicos, la finalidad del estudio de las Escrituras es desarrollar una teología vital que permita alcanzar una filosofía cristiana esencial de la vida.[2]Observe que la correlación está descrita aquí de tal forma que incluye también la aplicación.Para lograrlo se debe hacer algo más que examinar simplemente los pasajes. Se deben coordinar los descubrimientos realizados de manera que se pueda desarrollar un concepto sintetizado del mensaje de la Biblia. Y una vez hecho esto, se debe tratar de relacionarlo con aquellos hechos que se encuentran fuera de las Escrituras.
No hay dudas de que el enfoque inductivo de las Escrituras deja que desear en lo concerniente a este punto. Porque, así como la deducción es fuerte en la generalización. La tentación está en dedicar demasiado tiempo y energía a estudiar pasajes individuales que luego nunca tenemos tiempo de correlacionar con nuestros descubrimientos.
Esta tentación debe ser vencida a toda costa, porque es algo tan erróneo como hacer los cimientos de un edificio que nunca será construido. La generalización es la meta del examen de los detalles. Olvidarnos de ella equivale a fracasar en el cumplimiento de nuestros objetivos y lo que es más, invitar la crítica de los que insisten en que el estudio de la Biblia debe ser deductivo si es que ha de tener algún valor.
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II. LUGAR PARA LA CORRELACIÓN
El proceso de la correlación no puede ni necesita esperar a que uno haya estudiado todas las Escrituras. Esto es así por cuatro razones principales.
Primero, la correlación, como todas las otras fases del estudio inductivo, es, a fin de cuentas, tentativa. Siempre ha de existir un margen para efectuar cambios si se descubren datos que así lo requieran. Por ello, no hay necesidad de abstenerse de la correlación por el temor a forjar conclusiones inamovibles y deductivas al comienzo del estudio de las Escrituras.
Segundo, idealmente el estudio de los detalles nunca termina. Por esta razón, nunca existiría la correlación si tuviera que esperar a que se terminase el estudio completo de los detalles.
Tercero, es necesario correlacionar partes de las Escrituras para poder coordinar pensamientos y acciones, y como que se ha de pensar y actuar en el presente, la correlación debe también comenzar en el presente. y cuarto, el proceso de correlación es una labor tan enorme que es mucho mejor tratar de hacerla poco a poco más bien que de una sola vez. Es más, no importa cuál sea el método que se use, la correlación impone un esfuerzo tan grande sobre nuestras reservas mentales que prácticamente es una hazaña intelectual imposible si la consideramos desde un punto de vista ideal.
Por esta razón la mejor forma de acercarnos a la correlación es comenzarla tan pronto como hayamos estudiado algunos pasajes y continuar en esta labor mientras seamos capaces de pensar. Debe ser un proceso que dure mientras vivamos con el estudio continuo de los particulares. Siempre descubriremos nuevos hechos que hay que sintetizar o generalizaciones que necesitan ser revisadas debido a que hemos encontrado nuevas pruebas.
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III. MEDIOS DE CORRELACIÓN
Existen dos medios básicos que pueden ser usados para sintetizar los descubrimientos hechos en las Escrituras entre sí y con los otros datos suministrados por la experiencia.
A. Asociación formal
Este medio incluye la correlación basada en los temas. Cada uno de los libros de la Biblia o toda la Biblia en sí puede examinarse tomando como base su teología, antropología, doctrina de salvación, cristología, neumatología, eclesiología (ciencia que trata del estudio de las iglesias), ética, etc. También podemos usar algunos de estos temas u otros semejantes para relacionar hechos no bíblicos con las Escrituras.
Aunque este acercamiento temático a la Biblia tiene ciertas ventajas también tiene sus deficiencias. Una de ellas es la tendencia a dividir el pensamiento en compartimientos superficiales, interrumpiendo con ello nuestro conocimiento de las interrelaciones de la verdad.
B. Asociaciones informales
Este tipo de estudio permite la asociación del pasaje con los hechos siempre que exista una relación entre ellos y no porque ambos traten precisamente del mismo tema. Por ejemplo, uno puede relacionar informalmente las verdades de Marcos 8:27-9:2, Juan 15, y Romanos 6:1-14. El primer pasaje encierra una exhortación: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” El último pasaje indica los medios por los cuales esta exhortación de imitar a Cristo puede lograrse, o sea, la unión con Cristo a través de la fe que nos permite “morar” en él. Estos pasajes, que así se ayudan mutuamente a su esclarecimiento, jamás habrían sido asociados unos con otros si hubiésemos usado solamente el estudio más formal desde el punto de vista temático.
Este enfoque informal tiene como fundamento el principio de que la verdad y la vida son una sola cosa. Cada verdad o fase particular de la vida tiene afinidad natural con otra verdad o fase de la vida, tanto en las Escrituras como fuera de ellas. Por esto uno debe realizar un esfuerzo consciente para descubrir esos lazos que atan un hecho a otro hecho, y al hacerlo nos estaremos ocupando en la expresión ideal de la correlación informal.[3]Al desarrollar una teología bíblica se debe tener en cuenta el hecho de que una correlación apropiada de las manifestaciones de las Escrituras refleja no sólo las diferentes doctrinas … Continue reading
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IV. RESUMEN DE LA CORRELACIÓN
Como podemos ver, esta explicación es tan breve que no existe una verdadera necesidad de revisar sus partes individuales. Sin embargo, vale la pena llamar la atención sobre el centro vital de la misma, el cual es: correlacione siempre. Debemos estar siempre observando las relaciones entre los diferentes pasajes de la Biblia, entre las expresiones bíblicas y los datos que encontramos fuera de ella. Uno debe observar constantemente la Biblia como un todo y la vida como un todo. Si el lector ha quedado impresionado con la necesidad de dicha actitud de correlación, las explicaciones que hemos presentado habrán alcanzado su propósito.
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V. EJERCICIO DE CORRELACIÓN
Trate de encontrar las relaciones existentes entre los pasajes ya interpretados y aplicados en conexión con los ejercicios que hemos visto. Haga también un esfuerzo por relacionar estos pasajes con lo que usted ve, escucha, y lee fuera de las Escrituras.
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RESUMEN
Al comenzar este estudio nos referimos a la definición de “método” hecha por John Dewey, en la que indica su interés con “los puntos cruciales en los cuales las condiciones de desarrollo deben ser cuidadosamente mantenidas y alimentadas”. Usando esta definición como base para un examen de las explicaciones presentadas, podríamos compendiarlas en siete palabras muy simples: ver, interrogar, responder, resumir, aquilatar, aplicar, asociar.
El primer punto crucial del estudio es aprender a ver, ya que la observación es el eslabón que une al sujeto con el objeto. A través de ella la mente alcanza el conocimiento de los elementos de un pasaje y así comienza la inducción.
Los componentes básicos de un pasaje son cuatro: términos, estructura, formas literarias generales, y atmósfera. En consecuencia, estos deben ser los objetivos de la mira observadora. Lo dicho es cierto especialmente en relación con la estructura, la cual tiene tan gran importancia en la comunicación literaria, aunque solamente es percibida por el observador que busca con diligencia.
Pero estar alerta no es suficiente. La finalidad de estar alerta es ofrecer a la mente material para que trabaje; y este trabajo comienza cuando la mente interroga sobre el significado de aquello que ha percibido. Por tanto, este es el segundo punto crucial en el cual el desarrollo necesita ser mantenido y alimentado. Porque a menos que la curiosidad y el deseo de saber sean desarrollados, los resultados de la observación serán como una fruta que se recoge pero que no se come.
Sin embargo, las preguntas son convenientes solamente si tratamos de responderlas y si obtenemos respuestas satisfactorias. Ello puede lograrse solamente mediante el desarrollo de una actitud recreadora que haga que uno se ponga en el mismo lugar de los autores bíblicos para poder sentir como ellos sintieron y pensar como ellos pensaron. Y cualquier práctica o método exegético que usemos como ayuda deben ser utilizados en forma que promueva la recreación.
Cuando estas respuestas recreadoras han sido formuladas, nuestra tarea es integrarlas y resumirlas para poder alcanzar el mensaje principal del autor. Este paso es crucial a causa de la naturaleza intrínseca del pasaje, que consiste de cierto número de elementos relacionados entre sí y de los cuales depende el autor para comunicar sus pensamientos. Por ello, si hemos de descubrir su mensaje, debemos interrelacionar nuestra interpretación de los diversos elementos empleados en el pasaje.
El siguiente paso crucial comprende la necesidad de evaluar el mensaje del pasaje. Porque uno debe descubrir su valor y relevancia exactos antes de obtener algún provecho del mismo. Esto se hace necesario porque las diferentes partes de las Escrituras fueron escritas en vista de situaciones históricas determinadas, muchas de las cuales abarcan cientos de años. Debemos por tanto esforzarnos por determinar cuáles locales y cuáles tienen valores universales basados en la universalidad de Cristo.
Cuando hayamos descubierto la verdad universal debemos entonces descubrir dentro de qué situación es pertinente esta verdad. Es a esta situación que debemos aplicarla no sólo teórica sino también prácticamente.
Cuando se hayan estudiado en esta forma varios pasajes estaremos listos para comenzar una tarea que ha de continuar por toda la vida. Esta tarea es la de asociar los pasajes estudiados con los demás y con los datos de fuera de la Biblia suministrados por la experiencia. Así desarrollaremos una teología bíblica y finalmente, un punto de vista sobre la vida bíblicamente correlacionado.
Estos son, pues, los pasos cruciales en el estudio metódico de la Biblia que necesitan ser mantenidos y cuidados. Solamente una persona en el mundo puede ser capaz de mantener y cuidar de los mismos. Esa persona es usted. En sus manos está la decisión de tomar la senda que le llevará a adiestrarse de forma que el Espíritu de Dios pueda utilizarlo como instrumento en la interpretación de las Escrituras. Este libro solamente contiene sugerencias, indicaciones para señalar los métodos para lograr un estudio fructífero de la Biblia. ¡Ahora todo depende de usted mismo!
References
↑1 | El movimiento inductivo que va de lo particular a la generalización puede ser utilizado en dos áreas: primero, en el estudio de pasajes individuales, en el que comprende la observación de los elementos individuales de la unidad antes de llegar a conclusiones con respecto a su significado: y segundo, en el estudio de todas las Escrituras, en el que el objetivo es el examen de pasajes individuales, pero haciendo generalizaciones acerca de la Biblia como un todo. La inducción fue empleada como área primaria en las secciones sobre la observación e interpretación. El énfasis que le damos ahora aquí en las generalizaciones o correlaciones incluye una segunda área. |
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↑2 | Observe que la correlación está descrita aquí de tal forma que incluye también la aplicación. |
↑3 | Al desarrollar una teología bíblica se debe tener en cuenta el hecho de que una correlación apropiada de las manifestaciones de las Escrituras refleja no sólo las diferentes doctrinas individuales contenidas en las Escrituras sino también el énfasis dado a doctrinas particulares. Porque en cierto sentido nuestra teología podría abarcar todas las doctrinas encerradas en las Escrituras y, al mismo tiempo, ser básicamente opuesta a las Escrituras a causa de un mal dirigido énfasis. Por este motivo debemos hacer un esfuerzo por observar aquellas doctrinas a las cuales se dedica mayor cantidad de material y que son consideradas como básicas por los escritores bíblicos, y dejar que estas doctrinas sean también fundamentales en nuestras propias correlaciones. |