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PREGUNTA:
Me gustaría que me orientase sobre cómo explicarle a un amigo que la homosexualidad es un acto inmoral. Por supuesto él no cree en Dios y dice que el no ve ese acto inmoral. ¿Hay alguna forma de enseñarle mediante el razonamiento que esto no es correcto? Mi segunda pregunta es: ¿Cómo yo puedo (sin usar la Biblia) demostrarle a esta persona que el ser humano tiene un alma o un espíritu?
RESPUESTA:
Las situaciones se consideran morales o inmorales de acuerdo al patrón de ética moral que la persona tenga. Evidentemente su amigo no tiene una perspectiva ética para evaluar la situación adecuadamente. Recuerde 1 Corintios 2:14 “El hombre natural no entiende las cosas espirituales (esto incluye la moral cristiana) porque para el son locura“. Los términos que debe usar son: ¿Es conveniente o no? ¿Vale la pena o no? ¿En el largo plazo traerá felicidad o infelicidad? En el homosexualismo se vive demasiado el presente. Si es del tipo pasivo y joven, podrá encontrar muchos compañeros que le buscarán, entre los 15 y 30 años. Disfrutará y recibirá regalos y mimos. Cuando vienen los años, el interés disminuye y terminará solo y sin afecto, pagando por compañía. Al final de su vida, el homosexual sufre de una profunda soledad, a menos que tenga dinero, lo cual le dará compañía, pero no amor. Si es activo, quienes se entreguen a él, también medirán su atractivo o su dinero. A la luz de esos elementos, incluyendo un posible SIDA, ayúdele a evaluar su situación. Compártale de Cristo sin presionarlo.
El alma corresponde a la dimensión psicológica (PSYCHE) o ser interior estructurada en tres dimensiones: mente, emociones y voluntad. Es lo que afirma cualquier libro de psicología. Esta dimensión responde a la pregunta ¿Quién soy yo? Yo soy lo que pienso, lo que siento, lo que decido. En cuanto al espíritu, es lo que la filosofía reconoce como la parte trascendente del hombre, lo cual le lleva a preguntarse por su origen y propósito en la existencia. Es la base que ha originado la respuesta religiosa del hombre. En este sentido cabe preguntarse por qué solo el hombre en la cadena de los seres vivos presenta estas dimensiones: alma y espíritu. Esto nos diferencia y obliga a asumir que la existencia del hombre obedece a un propósito diferente a todo lo existente. Carl Jung, el famoso Psicólogo de Viena dijo: “Existe en el corazón del hombre un vacío que tiene forma de Dios, y que no puede ser llenado con otra cosa que no sea Dios mismo”.
Cordialmente,
Rogelio Aracena