Cómo debe el cristiano disfrutar la vida

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Cómo debe el cristiano disfrutar la vida

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 por Iván Gil —de Colombia
Tercer Lugar del Concurso Literario LOGOI Agosto 2008

El cristiano actual debe vivir impermeabilizado para disfrutar la vida.
—Imper… ¡¿qué?! I m p e r m e a b i l i z a d o.

Sí, y lo mejor es que en la Biblia encontramos la clave para lograrlo. Y se llama la armadura de Dios (Efesios 6:10-18). Aunque literalmente fue dada en los comienzos del cristianismo, para que no suene como un pretexto, guiémonos por el texto en su contexto y veamos cómo el apóstol Pablo nos da esta armadura como una clave muy práctica para ser usada en nuestros días, tanto por los jóvenes como por los menos jóvenes, para disfrutar la vida como verdaderos cristianos.

En los tiempos modernos “el querer vivir bien” cuesta mucho dinero, máxime cuando “astutamente somos tentados” y acosados constantemente por mucha información  a través de la televisión, prensa, revistas, radio, Internet, vallas publicitarias, etc., además de los compromisos sociales que nos motivan a desear querer, tener o poseer cosas. Especialmente si somos débiles de carácter somos fácilmente manipulados. Estúpidamente caemos en la trampa del laberinto consumista. Muchos porque carecemos de un buen conocimiento de finanzas o al menos de sentido común (que no es el más común de los sentidos) y otros por que no planeamos y confiamos más en el hombre, o sea, en nosotros mismos por nuestras propias capacidades y fortalezas. Seis (6) de cada diez (10) personas en los Estados Unidos estamos endeudadas. En Latinoamérica la cifra debe ser diferente, pues hay tanta pobreza que escasamente los más pobres sólo tienen la ilusión de vivir. Nos hemos olvidado de nuestro Creador, por querer disfrutar la vida.

10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”.

No es en nuestras fuerzas y en nuestros deseos que debemos obrar a diario. Es en la fuerza, en el poder de Dios mismo que debemos vivir confiados. Vivir más para nuestras necesidades que para nuestros deseos. Si nuestro deseo es un auto último modelo, nuestra necesidad de transporte la puede cubrir un auto de menor valor o el servicio público. El disfrute no esta en el objeto, sino en el beneficio que podemos obtener, pero si lo que buscamos es la comodidad y el lujo que el mundo a diario nos ofrece, entonces el disfrutar la vida se convertirá mas bien en un laberinto de consumo del cual difícilmente podremos salir. ¡Quedamos atrapados! Así tengamos dinero, y si no lo tenemos, peor, pues viviremos de los préstamos o de las tarjetas de crédito. Las que irónicamente si no son manejadas en forma correcta se convierten en un descrédito de nosotros mismos y por tanto, como cristianos desacreditados nos será más difícil disfrutar la vida.

11“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.

Desde los comienzos de la humanidad, la Biblia nos muestra la “astucia” con la cual el hombre deberá tratar: “Pero la serpiente era astuta,…” (Gen 3:1) y estas astutas asechanzas continúan hoy tan vigentes como desde el comienzo de la humanidad, pues a través de los medios masivos de comunicación “astutamente” se nos esta invitando a consumir desaforadamente. Pero si formamos en nosotros un carácter firme (“Vestíos de toda la armadura de Dios,…) para resistir la andanada publicitaria, podremos disfrutar la vida sin presiones sociales. Es como impermeabilizarnos a tanta y tan variada información que nos invita a consumir y a poseer: “compre ahora y pague después”. “Viaje ahora, disfrute ahora y pague después”. O sea, endéudese ahora y después verá como paga; y esta incertidumbre del “después verá” no nos dejará disfrutar la vida. Así que nuestra lucha es en el gran campo de batalla, que es “la mente”, pues al querer rechazar de forma consciente las astutas invitaciones a consumir, entonces “ porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas del siglo, contra huestes espirituales de malda…”, es que debemos desarrollar un carácter impermeable a toda concupiscencia como un deseo desordenado de tener, de poseer lo que sea, llámese sexo, comida, vestido, propiedades, lujos, ostentación, etc., y lo peor es que ese deseo desordenado no llenará a plena satisfacción nuestras demandas. Entonces la concupiscencia desbordada que vive el mundo, gracias a estas invitaciones diarias a vivir concupiscentemente, es la que debemos controlar con un firme carácter, para estar habilitados como cristianos para disfrutar la vida.

13“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”.

Entonces la solución para que nosotros como cristianos podamos disfrutar la vida esta en nosotros mismos, al comprender y poner en práctica las ordenanzas dadas en La Palabra. Y lo mejor es que si somos cristianos creyentes sinceros de corazón y mente, podremos disfrutar la vida resistiendo y estando firmes en el desarrollo de un estilo de vida cristiano libre de ataduras y compromisos sociales. No es que como cristianos tengamos que vivir alejados del mundo, sino entonces qué gracia sería que fuésemos la “sal del mundo” si nos fuéramos a vivir a las montañas a llevar una vida contemplativa y a predicarle a las piedras y a los árboles. ¿A quién seremos testimonio entonces? Es en el mundo que debemos estar, pero con la armadura puesta, o sea, impermeabilizados a las “astutas propuestas” de un estilo de vida caótico y concupiscente. Pues es en el mundo donde el cristiano da testimonio disfrutando sabia y sanamente la vida.

14“Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”.

Determinación en vivir un estilo de vida diferente al que el mundo ofrece es vital, pues al estar firmes y conociendo la verdad, además de vivir constantemente agradecidos con Dios porque en su justicia y por su gracia nos provee de lo necesario para vivir y al sentirnos vestidos de ellas podremos ser testimonio de paz, como lo pide en su Palabra. Cuando reconocemos que el control, autodominio, equilibrio en sí mismos, en nuestra vida, en nuestras decisiones y fe en Dios son fundamentales para disfrutar la vida como cristianos; es cuando el escudo de la fe se hace evidente ante las dificultades que el mundo moderno nos trae. Así que el mandato que encontramos en Mt 10:16 “…..sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” cuando Jesús daba instrucciones a sus discípulos, aplica a nosotros como discípulos modernos inmersos dentro de la realidad de una anárquica convulsión existencial de la civilización actual. Y esa prudencia y sencillez a la cual somos llamados en la vida práctica son fundamentales para “apagar todos los dardos de fuego del maligno”, dardos que evidentemente nos hacen llegar mediante una publicidad descarnada y sin control a través de todos los medios masivos de comunicación, invitándonos falsamente a disfrutar la vida.

17“Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;…”

En la misma Palabra encontramos frases de nuestro Señor Jesucristo cuando oraba por sus discípulos apóstoles, que aplican perfectamente a nosotros como discípulos de Su Doctrina; Juan 17:15 “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” y más adelante nos incluye a nosotros cuando afirma en Juan 17:20 “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,…” Así que debemos tener fe en que Dios nos librará del mal de las deudas, del mal de la astucia del manejo de la publicidad y del mal del laberinto consumista, si Él lo afirma en su Palabra, Él lo hará; sólo que nosotros debemos aportar nuestra parte y para ello debemos desarrollar un firme carácter, debemos ser personas de gran firmeza y energía al aplicar Su Palabra en nuestro diario vivir y como cristianos creyentes practicantes, disfrutar la vida bajo una real cosmovisión Cristiana y siguiendo las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.

Entonces, ¿Cómo debe el cristiano disfrutar la vida?

Con fe en Dios, con prudencia, con sencillez, con control, con autodominio, con equilibrio en sí mismo, en su vida personal y social, en sus decisiones; y vistiendo toda la armadura de Dios para vivir totalmente impermeabilizado, disfrutando la vida con plena libertad de conciencia y de agradecimiento constante a Dios por ella, sea cual sea su situación.

NOTAS

Quiero dejar en claro que no tengo nada personal en contra de los medios de comunicación, la publicidad y las bellas artes en general; la posición planteada en este escrito, es contra la forma como las personas usamos estos recursos que Dios pone a entera disposición para el uso del genero humano.

Todos los textos bíblicos son tomados de la Biblia Reina Valera Versión 1960.