Al igual que la Navidad, la Pascua hace salir a los críticos y escépticos de la historicidad y deidad de Jesús, su resurrección y, esencialmente, la confiabilidad de la Biblia. Sale alguna revista u otra con una imagen de nuestro Salvador en la portada y un titular que promete revelar al “verdadero” Jesús o destapar una supuesta esposa o tumba de la familia. (Para que conste… Él ni tuvo esposa ni dejó un cuerpo en la tumba.) Por cierto, algún erudito errante intentará poner las bases de la fe en tela de duda a fin de que nosotros y el mundo dudemos.