PREGUNTA:
¿Qué dice la Biblia y Dios sobre el aborto provocado? ¿Cuál es la posición de los evangélicos referente a este tema? Si violan a una mujer, ¿ese hijo que nace lo puede abortar, ya que no lo desea?
RESPUESTA:
Hay dos tipos de aborto: el espontáneo y el inducido o provocado. Este último indudablemente cae bajo la prohibición del mandamiento “no matarás”. Este mandamiento conlleva la idea de tomar la vida de alguien intencionalmente. En ningún caso el aborto provocado tiene aprobación de la Biblia. Por otra parte, en los casos de violación, la ley permite lo que se llama un aborto terapéutico, por razones de no haber compromiso voluntario en la unión sexual por parte de la persona violada. Más que un problema teológico, este último es un problema ético: ¿Se debe o no se debe admitir el derecho de alguien que por la fuerza ha sido dejada en estado de embarazo? Hay casos en que una persona blanca ha sido violada por alguien de color y también, personas de color que han sido violadas por blancos. Esto añade otro factor al problema. Algunas denominaciones dejan la decisión sobre estos asuntos en el ámbito personal y no establecen normas. Algunos teólogos tratan de establecer el principio de optar por el mal menor luego de analizar la situación. A la luz de la Biblia no encontramos un caso que nos permita decir, “esto es lo que se debe hacer”. Sí podemos decir que, de acuerdo con el Salmo 139, hay vida desde el momento mismo de la concepción, puesto que allí dice: mi embrión vieron tus ojos. Esto es independiente de cómo se ha producido la concepción y el posterior embarazo. Si la persona afectada es un cristiano honesto, luego de tener claridad sobre la situación, podrá tomar la decisión más cercana a la dirección de la Palabra de Dios.
Rogelio Aracena Lasserre