Jesús, el hijo que nos ha nacido

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Jesús, el hijo que nos ha nacido

por Les Thompson

Isaías 7:14

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.

 

PRE-INTRODUCCIÓN

Cuando me casé con Carolina la llevé a Costa Rica. Iba introduciéndola a las costumbres y a nuestros gustos y la llevé a un juego de fútbol. Allí con el sol y calor de la tarde se me desmayó. Luego quedó con un dolor en el vientre. La llevé al médico y él dijo: “Lo que ella tiene no es un toque del sol Costaricense, es un pequeño ‘Tico’ que está en camino”. ¡Qué maravilloso el gozo de ser padres!

INTRODUCCIÓN

Lo que ocurre en el texto que hemos leído es algo mucho más glorioso: 500 años antes del evento / 3000 años desde que a otra mujer Dios dice:
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Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

I.  Jesús nace en la plenitud del tiempo señalado por Dios

Gálatas 4:4-5 Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos.

  1.  El tiempo estaba maduro políticamente
    1. La unidad el Imperio Romano.
    2. La pax romana.
    3. Las vías de comunicación romanas.
    4. El ejercito romano.
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  2. El tiempo estaba maduro intelectualmente
    1. Se hablaba un idioma universal –griego.
    2. Había una cultura extendida por el mundo—griega.
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  3. El tiempo estaba maduro religiosamente
    1. La religión romana estaba en decadencia.
    2. Ni la religión, ni la filosofía griega satisfacía a la gente.
    3. El judaísmo tampoco cumplía su cometido religioso.
      Hoy en día: el posmodernismo

II. Jesús nació en cumplimiento de la promesa de Génesis 3:15

  1. Nacería como simiente de la mujer.
  2. Nacería para destruir a la simiente de la serpiente.

 III. Jesús nació en cumplimiento a la promesa hecha a Abraham

Génesis 1  1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra… 7 Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra.

Gálatas 3  16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.

 IV.  Jesús nació en cumplimiento a la promesa hecha a David

Isaías 1:1  Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
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Mateo 1.1  Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
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Apocalipsis 5:5  Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
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Apocalipsis 22:16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.

V.  Jesús nació sobrenaturalmente a través de la virgen María

Isaías 7
14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.

Mateo 1
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.

Lucas 1
26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.  28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

VI.  El Hijo que nació de María es la Segunda Persona de la Trinidad

  1. Existía antes de la encarnación
    Juan 8
    56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.
    57 Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
    58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
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  2. Es el único en su clase
    Juan 3:16 “unigénito” –no significa “engendrado” sino “único en su clase”.
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  3. El Hijo nunca comenzó a existir
    Salmo 2:7 Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
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    Hebreos 1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?
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    Hechos 13:32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres.