GP Biografía 7: Dos españoles héroes de la fe

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GP Biografía 7: Dos españoles héroes de la fe

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por Juana B. de Bucana

Cuando alguien quiere referirse a la versión bíblica más utilizada y conocida en los países de habla española se dice «la versión Reina Valera». Tan común es esta forma de describir esta traducción que hay personas que piensan que el nombre del traductor es Reina Valera. En la primera página de la versión se encuentra lo siguiente:

ANTIGUA VERSIÓN DE
CASIODORO DE REINA (1569)
REVISADA POR CIPRIANO DE VALERA (1602)
OTRAS REVISIONES: 1862, 1909 Y 1960
REVISIÓN DE 1960

¿Quiénes fueron Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera y qué pueden enseñar a la iglesia del principio del siglo XXI?

CASIODORO DE REINA (1521-1593)

Casiodoro de Reina nació en la pequeña aldea de Montemolín, cerca del pueblo Reina, en el norte de España. Probablemente estudió en Salamanca y luego se unió al convento de San Isidoro cerca de Sevilla. El convento era de la orden de los Jeronomianos Observantes, es decir pertenecientes a la orden de San Jerónimo, que tradujo la Biblia al latín en la versión conocida como la Vulgata. Isidoro de Sevilla (560-636) fue un gran erudito que escribió comentarios al Antiguo Testamento. Es interesante que este fraile siguiera el ejemplo del fundador de su orden en hacer una traducción de la Biblia al idioma de su pueblo como era el latín en el tiempo de Jerónimo.

CIPRIANO DE VALERA (1532-1625)

No se conocen el lugar ni la fecha del nacimiento de Cipriano de Valera. Valera también fue fraile del convento de San Isidoro.

En el convento de San Isidoro, el prior —es decir— el superior del convento, había comenzado a dirigir a los frailes en estudios bíblicos. Desde 1519 llegaban a España los escritos de la Reforma, sobre todo los de Lutero y Erasmo. En la región de Sevilla se habían formado varios grupos de estudio de estos escritos compuestos por personas interesadas en una reforma de la Iglesia Católica sin formar iglesia una separada. A finales del año 1557 y principios del año 1558, la Inquisición Española comenzó a tener interés en los grupos de estudio y hubo indicios que habría una persecución de las personas involucradas. Hasta el prior del convento comenzó a cambiar su enseñanza dando más énfasis a los ritos externos de la orden que a la espiritualidad interior que había sido su tema predilecto anteriormente. Sin embargo, muchos de los frailes continuaban con sus estudios bíblicos hasta el punto que ya sus vidas estaban en peligro. Cipriano de Valera escribió lo siguiente:

«En el año de 1557 acontecieron en Sevilla cosas maravillosas y dignas de perpetua memoria. Y es, que en un monasterio de los más célebres y ricos de Sevilla, llamado de S. Isidoro, el negocio de la verdadera religión iba tan adelante, y tan a la descubierta, que no pudiendo ya más con buena conciencia estar allí, doce de los frailes, en poco tiempo se salieron, unos por una parte, y otros por otra; los cuales, dentro del año se vieron en Ginebra, a donde, cuando salieron, tenían determinado ir: no hubo ninguno de ellos que no pasase grandes trances y peligros: pero de todos estos peligros los escapó Dios, y con mano potentísima los trajo a Ginebra».[1]Cipriano de Valera. Dos tratados: Del Papa I De la Misa, Reformistas Antiguos Españoles, VI, pp. 147-48. Citado por Justo L. González, Luces bajo el Almud, p. 60.

Ni Reina ni Valera quedaron mucho tiempo en Ginebra, sino prosiguieron su viaje a Inglaterra.

TRABAJO EN INGLATERRA

En Londres, Casiodoro de Reina se casó y trabajó como pastor de un pequeño grupo de refugiados españoles. Entre este grupo estaban sus padres. Recibió una pensión de la Reina Isabel. El obispo anglicano de Londres permitió la reunión de la pequeña congregación española primeramente en su casa y luego en una iglesia anglicana. Antes de llegar a Londres Casiodoro había comenzado el trabajo de traducir la Biblia al español y continuó durante doce años. En 1564 fue obligado a salir de Inglaterra. No se sabe si fue como resultado de acusaciones falsas o por presiones de parte del gobierno español. Salió huyendo y dejó a su esposa y su traducción de la Biblia en Inglaterra.

Cipriano de Valera se matriculó como estudiante en la Universidad de Cambridge y más tarde pasó a la de Oxford.

TRABAJOS DE CASIODORO DE REINA

Luego de salir de Inglaterra Casiodoro de Reina fue a Amberes donde se reunió con su esposa, que logró huir vestida como marinero. También allá recibió su trabajo de traducción bíblica de manos del obispo de Londres. Luego los esposos fueron a Bergerac, en Francia, pero no pudieron quedarse mucho tiempo y se fueron a Ferrara, y luego a Francfort donde Reina se dedicó al comercio de textiles. En esta ciudad terminó su tarea de traducción de la Biblia en el año 1567. Dos años más tarde se imprimieron 2.600 ejemplares de esta traducción de la Biblia. «Las primeras copias fueron colocadas en cuatro barriles y mandadas a Estrasburgo, probablemente para ser enviadas de contrabando a Flandes y de allí a España».[2]Justo L. González. Luces bajo el almud. P. 65.

No se sabe a ciencia cierta en cuáles versiones basó Casiodoro de Reina su traducción, pero se deduce de la propia traducción que utilizó principalmente la versión latina de Jerónimo, llamada la Vulgata, y el Nuevo Testamento de Erasmo de Rótterdam publicado en 1515 en griego con una traducción al latín bajo el título de El nuevo instrumento. Además se supone que pudo consultar dos traducciones españolas hechas anteriormente por Francisco de Enzinas y Juan Pérez. Enzinas publicó un Nuevo Testamento traducido de la obra de Erasmo en 1543, y Pérez publicó su versión del Nuevo Testamento en 1556 y más tarde su traducción del libro de los Salmos. Es muy probable que también consultó varias de las traducciones a los idiomas europeos que habían hecho otros reformadores del siglo XVI. La versión de Casiodoro de Reina fue la primera versión en español de la Biblia completa. Casiodoro de Reina incluyó en su versión los libros no canónicos o apócrifos.

Luego de la publicación de la Biblia, la familia Reina vivió algunos años en Amberes donde Reina trabajó como pastor de una iglesia hasta 1585. En este año volvió con su familia a Francfort donde trabajó de nuevo en el comercio textil. En esta ciudad murió en 1593.

TRABAJOS DE CIPRIANO DE VALERA

Además de varios tratados Cipriano de Valera hizo dos trabajos importantes. Trabajó muchos años en una revisión de la traducción hecha por Casiodoro de Reino. En 1596 publicó en Londres el Nuevo Testamento y seis años más tarde apareció la Biblia completa, en una edición colocó los libros apócrifos en sección aparte.[3]Las revisiones de la versión Reina Valera (1862, 1909, 1960) no incluyen los libros apócrifos Valera escribió: «Son útiles para la edificación de los fieles, pero no deben ser usados para confirmar doctrinas de la fe».[4]Gutiérrez Marín, Dr. Manuel. Historia de la Reforma en España. p. 46.

Su otro trabajo fue la traducción al español de la última redacción de la Institución de la religión cristiana de Calvino (todavía la única versión española de esta obra maestra). Otros trabajos de él incluyen una traducción del Catecismo de Calvino (1550, con una reedición en 1599), dos tratados referentes al Papa y a la Misa, un Tratado para confirmar en la fe cristiana a los cautivos de Berbería (1594) que se piensa fue dirigido a los creyentes españoles que sufrían persecución y hostigamiento, y un folleto: Aviso a los de la Iglesia Romana (1600).

ENSEÑANZAS DE CASIODORO DE REINA Y DE CIPRIANO DE VALERA

El ejemplo de estas dos vidas que no desmayaron a pesar de las dificultades, y su gran empeño en llevar a cabo tan magna tarea como es la traducción de la Biblia, debe inspirar a los cristianos de tiempos diferentes pero no más fáciles.

Casiodoro de Reina fue muy valiente también en sus críticas del actuar de Calvino y el consejo de Ginebra en el proceso contra el sabio español Miguel Servet, quien estando buscado por la Inquisición por negar la doctrina de la Trinidad, fue a Ginebra donde «a instancias de Calvino fue condenado a morir en la hoguera».[5]Diccionario de las Américas Casiodoro sostenía que nadie debe ser condenado a la muerte por sus opiniones.

Cipriano de Valera escribió la siguiente exhortación a los creyentes al final de su presentación de su traducción de la Institución de la religión cristiana.[6]Se conserva la ortografía del original

Por tanto hermanos mios muy amados en Cristo, mirad por vosotros, tened cuenta con vuestra salud, pensad de veras cuál sea vuestro deber. No rezibais en vano la grazia de Dios, que se os ofreze por la predicazión del Evanjelio, por el cual el piadoso Dios estiende las manos de su misericordia para sacar á los ignorantes del hoyo i lodo de ignoranzia á su conozimiento i comunion. Por lo cual si oyerdes hoi su voz (como dize el Profeta) no endurezcais vuestro corazon: mas antes desechando las doctrinas, i tradiziones de los hombres mentirosos i engañadores, oid á aquel que no puede mentir, seguid á aquel que no puede errar: para que el nombre del Señor sea santificado en nuestra España, i que muchos siendo instruidos por la palabra de Dios, se conviertan de las tinieblas á la luz para que reziban por la fé en Jesu Cristo remision de pecados, i la vida i bienaventuranza eterna. Amen.[7]Cipriano de Valera (traductor). Calvino, Juan. Instituciones de la Religión Cristiana, p. xxii.

¡Tomemos como ejemplo estos dos valientes héroes de la fe!

BIBLIOGRAFÍA

  1. Calvino, Juan. Institución de la Religión Cristiana. Nueva Creación, Buenos Aires, 1988. 1ª Ed. Española. Traducida y publicada por Cipriano de Valera, Ámsterdam, 1597.
  2. González, Justo L. Luces bajo el almud. Editorial Caribe, Miami, 1977.
  3. González, Justo L. La era de los reformadores. (Y hasta lo último de la tierra: una historia ilustrada del cristianismo. Tomo 6.) Editorial Caribe, Miami, 1980.
  4. Gutiérrez Marín, Dr. Manuel. Historia de la Reforma en España. Producciones Editoriales del Nordeste, Barcelona, 1973.
  5. La Santa Biblia. Traducida por Casiodoro de Reina, Basilea, 1569. Revisada por Cipriano de Valera, Ámsterdam, 1602. (Nuevo Testamento, Londres, 1596.)

References

References
1 Cipriano de Valera. Dos tratados: Del Papa I De la Misa, Reformistas Antiguos Españoles, VI, pp. 147-48. Citado por Justo L. González, Luces bajo el Almud, p. 60.
2 Justo L. González. Luces bajo el almud. P. 65.
3 Las revisiones de la versión Reina Valera (1862, 1909, 1960) no incluyen los libros apócrifos
4 Gutiérrez Marín, Dr. Manuel. Historia de la Reforma en España. p. 46.
5 Diccionario de las Américas
6 Se conserva la ortografía del original
7 Cipriano de Valera (traductor). Calvino, Juan. Instituciones de la Religión Cristiana, p. xxii.