GP Sermón 80: Fiesta en el cielo

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GP Sermón 80: Fiesta en el cielo

por Martín Añorga

Lectura Bíblica: Apocalipsis 19:6-10

INTRODUCCIÓN

La Biblia es un libro de alabanzas. Desde los días iniciales ya los patriarcas marcaban su itinerario nómada con la práctica de la adoración. Pudiéramos decir que todo el acontecer bíblico se desarrolla en medio de un paréntesis que se abre con Dios creando y se cierra con la creación alabando.

La alabanza celestial de Apocalipsis 19.6-8, dedicada a exaltar las «Bodas del Cordero», es de singular belleza. La repetimos una y otra vez, y sentimos que el cielo está de fiesta. ¡Y nosotros también!

Este tópico de las «Bodas del Cordero» es altamente sugestivo, revelador e inspirador. Hagamos un análisis con espíritu expectante y sensible.

  1. LAS BODAS
    1. Esas bodas representan la unión perfecta y definitiva de Jesucristo con su Iglesia.
    2. Los antecedentes de esta bella imagen son del Antiguo Testamento, en la que la relación de Dios con su pueblo se representa por medio del matrimonio. Hay menciones bien claras en Isaías 54:5; Jeremías 3:14 y Oseas 2:19-20.
    3. El simbolismo del matrimonio es también reiterado en el Nuevo Testamento:
      1. En San Mateo 22:1-14, se relata la parábola que habla de la boda del Hijo de Dios y se identifica a los desposeídos como invitados.
      2. En Efesios 5:21-33 se utiliza el simbolismo del matrimonio para resaltar la autoridad de Cristo sobre la Iglesia.
      3. Ahora en Apocalipsis las «bodas del Cordero» representan la unidad eterna de Jesucristo con su Iglesia, y el cumplimiento de la profecía de la victoria mesiánica y la consumación de la aspiración del creyente de morar con Cristo por toda la eternidad.
    4. La exaltación del vínculo matrimonial y su simbolismo bíblico han de llevarnos a reconsiderar el significado que hoy le damos al matrimonio.
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  2. LA FIESTA
    «Felices los que han sido invitados al banquete de las bodas del Cordero».

    1. La celebración de una boda está asociada con una fiesta. En este caso se habla de un banquete.
    2. Las referencias bíblicas a la celebración de un banquete nos ayudarán a entender el de las «bodas del Cordero». Lo primero es afirmar que un banquete es un testimonio de victoria (Sal 23:5).
    3. Un banquete es también una expresión de reconciliación (Lc 5:27-31). En esa historia se celebra el rescate de un pecador.
    4. Un banquete, según San Lucas 14:12-14, es una oportunidad para expresar amor a los desposeídos.
    5. Quizás lo más importante sea el sentido sacramental de un banquete. Cuando leemos Lucas 22:7-23 y 1 Corintios 11:23-26, y aprendemos que en la última cena con sus discípulos Jesús instituyó el sacramento de la eucaristía, nos percatamos de que el banquete celestial de la victoria es la ratificación visible de la entrega sacrificial del Señor.
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  3. LOS INVITADOS
    1. Cuando se nos dice que felices son los invitados a las «bodas del Cordero», la pregunta brota rápidamente: ¿Estaré yo entre ellos?
    2. Si pensáramos en las personas que Cristo invitó a que vinieran a Él, seguro que nos convenceríamos de que podemos estar incluidos en la lista porque:
      1. Invitó a los cansados y a los agobiados (Mt 11:28).
      2. Invitó a los pecadores, no a los judíos (Mr 2:17).
      3. Aquellos que acepten su invitación no serán echados fuera (Jn 6:37).
    3. Nosotros, que hemos perseverado en nuestra fe y en nuestra lealtad, estaremos disfrutando con el Cordero de sus bodas, no por méritos propios, de los cuales carecemos, sino por la misericordia perdonadora de nuestro Señor y Redentor.

CONCLUSIÓN
Alguien ha dicho que «la iglesia es una congregación de pecadores redimidos por Jesucristo». Nosotros, que integramos la Iglesia, somos los invitados a las bodas del Cordero, y al fin lograremos hacer real en nuestras vidas la promesa de Apocalipsis 3:20: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a él, y cenaré con él, y él conmigo.»

AYUDAS HOMILÉTICAS

En Oseas 2:19-20 se mencionan las características del casamiento de Dios con su pueblo: «es para siempre», «está basado en la justicia y el juicio», «es abundante en benignidad y en misericordia» y «se fundamenta en la fidelidad». Es muy sugestiva la expresión que se añade, «y conocerás a Jehová». ¿Hay alguna relación en la que se conozcan, más y mejor, las personas que en la relación conyugal? San Pablo decía en 1 Corintios 13: «Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido». Se refería al resultado de la experiencia de ver al Señor «cara a cara».

Cuando estemos en el banquete de las bodas del Cordero nuestro conocimiento de Jesús será pleno y perfecto. Las referencias a Jesús como el «Cordero» abundan en las Sagradas Escrituras. Si quiere hacer un estudio más profundo del tema consulte los siguientes textos: Isaías 5:7; Juan 1:29; 1 Corintios 5:7; 1 Pedro 1:19; Apocalipsis 7:9; 12:11; 13:8; 14:1; 15:3; 17:4, 19:9; y 21:22.