¿Es correcto bautizar a una persona que no se ha casado y convive con no creyentes?

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¿Es correcto bautizar a una persona que no se ha casado y convive con no creyentes?

PREGUNTA:

¿Es correcto bautizar a una persona que no se ha casado, que convive maritalmente con un no creyente algunas veces o creyente en otras?

RESPUESTA:

Para contestar su pregunta tenemos primero que considerar lo que realmente significa el BAUTISMO para después contestar si se puede bautizar a uno que es un fornicador. Estoy en desacuerdo con la definición que usted hace del bautismo: Usted dice que el bautismo es un pacto de renunciar al pecado. ¿Qué base bíblica tiene usted para llegar a esa conclusión?

La práctica histórica del bautismo es otra. El bautismo es el rito de iniciación por medio del cual una persona confiesa su fe únicamente en la sangre de Cristo como medio para su salvación eterna y por el cual es admitido como miembro del cuerpo visible de Jesucristo, que es la iglesia. Esto se hace usando el símbolo del agua (que significa limpieza) y en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Este rito es llamado un sacramento (porque es una de las sagradas órdenes dadas por Jesucristo —por eso es sagrado. (Bautismo, Mateo 28:19; Santa Cena: Lucas 22:19 y 1 Co. 11:23-29).

¿Cuándo se debe bautizar a una persona? Se bautiza cuando hace una confesión de fe. Nótese como ejemplo Hechos 2:41. Todos fueron bautizados el mismo día en que hicieron su confesión de fe, y no fue a base de su comportamiento. Otra cita que viene al caso es Hechos 8:26-40, con énfasis especial en los versículos 36 y 38. (En algunas iglesias el bautismo se posterga hasta que la persona se estima estar viviendo en obediencia a las normas y costumbres de la iglesia —cosa que jamás ha sido pedida por Jesucristo ni por el evangelio.) Para el bautismo nunca se pide una renuncia de pecados, más bien una confesión de creencia en Jesucristo como Salvador de los pecados.

Lo que le da a una persona el derecho de ser bautizada y por tanto ser miembro de una iglesia cristiana, es “si cree de todo corazón que Cristo es el Hijo de Dios y Salvador de sus pecados” (Hch 8:35-38). Demoras, en vista de esto o de aquello —no importa la razón— no son bíblicas y causan otros problemas y dificultades dentro del la iglesia.

Ahora, si esta es la definición bíblica del bautismo, el problema que estás enfrentando con este hombre que está viviendo en pecado no se relacionaría de ninguna manera con el bautismo, más bien es un problema de disciplina. No tiene nada que ver con el bautismo. Este individuo que se ha declarado hijo de Dios está viviendo en pecado y necesita ser disciplinado. Repito, su pecado y estilo de vida no tiene nada que ver con el bautismo. Lo que necesita es ser disciplinado por no vivir de acuerdo con los principios establecidos por Jesucristo para un creyente: véase Mateo 19:15-17.

Como pastor este pecador debe de ser confrontado por usted a solas primero, usted mostrándole su pecado (1 Co 5:9; 6:9) y usted tratar de hacerle ver que está viviendo bajo la terrible ira de Dios y en gran peligro de su eterna salvación, por tanto, debe arrepentirse y cambiar su forma de vida pecaminosa. Si no reconoce su pecado y si no se arrepiente y confiesa su pecado, entonces usted como pastor ha de llamar a los diáconos de la iglesia y juntos han de rogarle que se arrepienta. Si rehúsa, y no cambia su estilo de vida, ha de ser llevado ante la congregación y de nuevo ante la congregación pedírsele que se arrepienta. Si otra vez rechaza el arrepentimiento, entonces ha de ser tratado como si fuera un gentil o un publicano (es decir, un inconverso que no conoce a Cristo).

Nótese que por parte de pastor, diáconos y congregación se procura NO CONDENAR AL HOMBRE, sino buscar que se arrepienta y comience a vivir como un cristiano debe vivir en obediencia a Dios. Esto es lo que llamamos “restauración”, es lo que Santiago declara en su breve carta, capítulo 5:19 y 20. Parecido a lo que hizo Jesús con la mujer encontrada en adulterio. Hubo perdón por el arrepentimiento de ella y no condenación por parte de Jesús.

Algunos comentarios a favor alegan que:
— El hombre sólo celebra una ceremonia, quien une en matrimonio es DIOS.
— En la Biblia, el matrimonio, es más, es un contrato entre un hombre y una mujer, en el que declaran sus votos y hacen promesas de fidelidad; el público presente es testigo, así como Dios también es testigo. Véase Malaquías 2:13-16.

La salvación es personal.
— Sí, en el sentido que sólo el pecador puede venir y reclamar lo que Jesucristo hizo en su lugar.

El Pastor estará en grandes problemas con DIOS si esta persona muere y no practicó el bautismo.
— No lo veo así (a menos que por motivos no bíblicos se le rehusó el bautismo a uno que ha venido a Jesucristo en fe). Como que la salvación es algo personal, de igual forma lo es el bautismo. Yo como pastor bautizo a una persona por la confesión que hace (igual que Felipe, yo no puedo rechazarle el bautismo a uno que declara creer en Cristo).

Jesús no le preguntó al ladrón en la cruz si era casado o bautizado y tuvo vida eterna.
—El bautismo es el rito que practicamos para que toda persona que confiesa a Cristo como Salvador se haga miembro del cuerpo de Cristo aquí en la tierra, no para entrar al cielo.

Comentarios en contra:
— Quien tiene relaciones sexuales fuera de matrimonio, fornica.
— Eso es lo que nos declara la Biblia y por lo tanto lo aceptamos como verdad.

El bautismo es un pacto de renunciar al pecado deliberadamente, no se puede bautizar sabiendo que está en fornicación.
— Como ya se ha explicado, tales bases mencionadas para el bautismo no se encuentran en la Biblia. El bautismo y la fornicación son dos cosas separadas y distintas que deben ser tratas separadamente.

Dios demanda caminar hacia la santidad
— Sí, Dios pide santidad. La santidad comienza cuando uno acepta a Cristo (no cuando uno es perfecto), se hace miembro del cuerpo de Cristo aquí en la tierra. La santidad es el proceso de limpieza obrada por el Espíritu Santo en nuestros corazones.

Les Thompson