Sermón 7: Enoc, el hombre que caminó con Dios

TEXTO: “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Gn 5:24)

LECTURA BÍBLICA: Génesis 5:18-24

INTRODUCCIÓN: A Enoc se le presenta en la Biblia como uno que fue traspuesto sin pasar por la muerte. Fue traspuesto por la fe, nos dice Hebreos 11:5, no por su habilidad ni por sus méritos sino como un instrumento en las manos de Dios. Fue realmente por la fe que Enoc fue traspuesto.

  1. ENOC CAMINÓ CON DIOS
    1. Para caminar con Dios, hay que andar en la dirección que se mueve Dios. Todo está en un proceso de transición. Todo se está desarrollando (Gn 24). Para que el creyente en Cristo llegue a ser lo que tiene que ser o quiere ser, tiene que moverse en la dirección divina.
    2. Para caminar con Dios hay que estar de acuerdo con Dios. Amós 3:3 dice: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” Estar de acuerdo significa que no hay más controversia. Quiere decir que el creyente está actuando en la voluntad de Dios. Se ha arrepentido y ha confesado su pecado, y por ello está imbuido del propósito, la pasión, y el poder de Dios.
    3. Para caminar con Dios debe haber mutua confianza. Enoc tenía confianza en Dios y Dios tenía confianza en Enoc. No habían ni dudas ni sospechas de ninguno para con el otro.
    4. Para caminar con Dios, hay que ir a la par de él. No se puede correr adelante de Dios, y caminar con él. Ni se puede ir rezagado y caminar con Dios. Tenemos que ir al compás con él.
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  2. ENOC AGRADÓ A DIOS
    1. ¿Cuáles son los requisitos esenciales para agradar (He 11:5) a Dios? Tenemos que ser reconciliados con Dios (2 Co 5:20) y lo podemos ser por “el Señor nuestro Jesucristo” (Ro 5 11). Tenemos que ser aceptados por Dios, y felizmente podemos ser “aceptos en el Amado” (Ef 1:6) y esto es por la fe en él.

      La fe hace posible que nos sometamos a la voluntad de Dios. Nuestra vida es acepta cuando vivimos, nos movemos, y actuamos de acuerdo con la voluntad de Dios.

      También debe ser agradable a Dios nuestro modo de llevar a cabo su voluntad. Como seguidor del Señor Jesús, el discípulo debe mostrar humildad (1 Co 15:11), ser sincero (Is 38:3), y tener buen ánimo (2 Co 8:12; 9:7).
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    2. Podemos resumir en dos declaraciones breves cómo se puede agradar a Dios. Para agradar a Dios uno debe andar delante de él en rectitud y obediencia. Uno debe también responder a sus invitaciones y confiar en su dirección.
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  3. ENOC FUE TRASPUESTO POR DIOS
    Esto se hizo por fe (He 11:5).
    1. La fe tiene dos aspectos (He 11:6).
      1. Se debe creer en la existencia de Dios. La fe es la única cosa que coloca a Dios en su debido lugar y al hombre en el suyo de acuerdo con su interrelación. Tener fe es entregarse a Dios y descansar en él. La fe quiere lo que Dios quiere y permite que Dios haga su voluntad. Ninguna cantidad de obras pueden compensar la falta de fe. Negarse a creer a Dios es hacerle aparecer mentiroso.
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      2. Debemos creer que es galardonador de los que le buscan. El galardón o premio que dio a Enoc fue trasponerle. Fue trasladado de un lugar a otro. No fue vencido por la muerte. Esta es la recompensa del creyente en Cristo. Cristo “nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su limado Hijo” (Col 1:13). Dios obra un milagro en esta vida trasladando a su reino a los que reciben a Cristo. Y luego los lleva a su casa celestial.
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  4. ENOC PROFETIZÓ
    El hecho de caminar con Dios precede el servicio. El profetizar o predicar es un servicio (Jud 14). Enoc vivió en una época difícil y de oposición a todo lo bueno. Tuvo fe y sirvió a Dios predicando contra la maldad y la impiedad. Además, profetizó por medio del nombre que le puso a su hijo: Matusalén, que quiere decir “ambiente hostil”. Y Dios lo recompensó sacándolo del mismo.

CONCLUSIÓN.
Que sea la presencia de Dios nuestro mayor deseo. Que la voluntad de Dios sea nuestra primera elección. Que la ayuda de Dios sea nuestra única confianza. Que el ser hechos semejantes a Dios sea nuestra gran esperanza.