Sermón 6: Abel, un hombre que supo agradar

TEXTO: “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda” (Gn 4:4)

LECTURA BÍBLICA: Génesis 4: 1-8

INTRODUCCIÓN: El nombre de Abel es el primero que se registra en el capítulo 11 de Hebreos, llamado “la galería de la fe”. Debe de haber una enseñanza para cada creyente del siglo veinte en la vida de uno como Abel.

  1. CONSIDEREMOS COMO ERA ABEL
    1. Su nombre debe tener un significado. Los nombres de la mayoría de los personajes bíblicos tienen un significado, pero no siempre puede determinarse con exactitud. Hay dos posibilidades en cuanto al significado de Abel. El nombre puede significar “aliento” o “vapor”, que está de acuerdo con su existencia breve. También podría significar “pastor” o “arriero”, lo que estaría de acuerdo con su ocupación.
      (xx)
    2. Abel y su hermano Caín representan las dos ocupaciones fundamentales del hombre civilizado. Cada una de estas es una ocupación digna. Cada una es esencial para la vida moderna. El mundo entero depende de estas ocupaciones para poder subsistir. La diferencia entre estos hombres surge de lo que hicieron con su ocupación en relación con Dios.
      (xx)
  2. CONSIDEREMOS ALGUNOS HECHOS ACERCA DE LA OFRENDA DE ABEL
    1. Al considerar los méritos de Abel, es casi imposible no recordar las faltas de Caín. Pero en este estudio estamos enfocando nuestra atención en Abel y no en Caín. Por lo ‘tanto, debemos disciplinarnos en buscar lo positivo y eliminar lo negativo. Nadie puede estar bien para con Dios sobre la base de las faltas de los demás. Es su propia relación personal con Dios lo que determina esto.
      (xx)
    2. ¿Cómo recibió Abel el testimonio de que era justo? (He 11:4). Ya que fue el primer hombre en recibir la aprobación divina, es importante que toda la raza humana tome nota. No había ningún precedente establecido que él pudiera seguir. No había ejemplo para imitar ni alicientes exteriores para estimular. Presentó su ofrenda de un corazón que estaba bien con Dios. Es también el primer ejemplo de lo que la fe puede hacer cuando se ejerce. En Hebreos 11:4 dice: “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio.” Su fe tenía calidad, y no sólo cantidad.Tomando en cuenta el contexto de toda la Escritura, no hay duda de que el sacrificio de Abel señalaba hacia el sacrificio vicario de la cruz de Cristo. ¿Lo entendía Abel? Sabemos que lo hizo por fe y en obediencia a las instrucciones de Dios, no así Caín (Gn 4:7). “Si bien hicieres ¿no serás enaltecido?”
      (xx)
    3. Este hombre Abel todavía nos habla (He 11:4). ¡Esto sí que es un legado que nos ha dejado! El acto de Abel estimula a otros a actuar. Testifica acerca de cómo se recompensa la fe. Nos enseña cómo podemos gozar del favor de Dios para siempre.

CONCLUSIÓN.
La razón justifica el estudio de la vida de Abel es la de aprender algunas lecciones de él. ¿Cuáles son?

Cada persona debe meditar bien qué ofrendas trae a Dios día tras día. En segundo lugar, para que una ofrenda material sea aceptada, debe antes ofrendarse el ser. Es entonces que han de ofrecerse los bienes materiales. La tercera enseñanza es que cuando el creyente en Cristo muere físicamente, sigue hablando todavía. ¡Que cada uno de nosotros esté seguro de que su vida hable acertadamente!