Sermón 1: Mientras tanto… vivamos para el Señor — Fil. 1:27

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TEXTO:Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo” (Fil 1:27)

LECTURA BÍBLICA: Filipenses 1:20-30

INTRODUCCIÓN. Pablo se hallaba ante un dilema. Había estado sirviendo a Dios por muchos años y se encontraba cansado físicamente. Él tenía la certeza del hogar que le aguardaba en los cielos. Esta seguridad no descansaba en sus buenas obras sino en el hecho de que él había depositado su fe en Jesucristo como su salvador del pecado. Pablo sabía que las buenas acciones nunca podrían salvar a nadie. Tampoco podían las buenas acciones mantener salva a una persona. Pablo confiaba en la gracia de Dios y en su propio arrepentimiento del pecado y su fe en Jesucristo como Salvador.

¿Cuál era el dilema de Pablo? Era saber si su ministerio ya había terminado o no. ¿Lo llevaría ya el Señor a su recompensa celestial o tenía Dios más trabajo para él? Pablo había desarrollado una filosofía personal. Se preparaba para lo peor, pero esperaba lo mejor. Tomó la determinación de servir a Dios con coraje sin importarle las circunstancias externas, dejando el futuro en las manos de Dios. Al enfrentar el futuro, lo encaró con la misma actitud que el presente.

  1. EL VIVIR POR CRISTO

    La construcción de esta expresión en el idioma original es interesante. El énfasis está en la acción presente y continua.Para Pablo, la vida del cristiano debía ser una continuación de la Encarnación, es decir la vida de Cristo en la carne. En la experiencia de convertirse en un cristiano, el hombre no sólo es justificado de su pecado por la expiación de Cristo. También se transforma interiormente por la presencia del Espíritu Santo. La semilla de Dios es plantada en su corazón y comienza el crecimiento espiritual. La meta del cristiano en el desarrollo del carácter se resume en las palabras de Jesús, “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).
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    Así un creyente que crece se torna cada vez más como Jesús. Este trayecto es más que una mera imitación de la vida de Cristo. Es seguirle a él por amor con una nueva motivación. Nosotros nos hacemos cada vez más parecidos a la persona a quien admiramos. Al amar a Cristo lo admiramos, y por lo tanto nos vamos asemejando cada vez más a él en forma consciente y aun inconscientemente. Antes de hallar a Cristo, Pablo usaba sus energías en muchas y diferentes actividades. Luego de su experiencia transformadora en el camino de Damasco, él concentró su mente, corazón y energías en una sola cosa: la rendición y consagración de su voluntad a la voluntad de Dios tal como la comprendió en su relación con Jesucristo. En una palabra, para Pablo el vivir se había transformado en un ideal. Cristo; su religión ya no era más un credo sino una preciosa comunión con su Salvador, Señor y Amigo.
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  2. EL MORIR ES GANANCIA

    ¿Cuál es el propósito primordial de traer hombres a Cristo? ¿Es simplemente el darles una nueva ética? Por cierto que cuando uno se consagra a la vida cristiana está guiado por principios muy superiores a cualesquiera otras normas jamás establecidas por el mundo. La mayoría de las personas, sin embargo, se arrepienten de su pecado y confían en el Salvador porque están profundamente angustiadas por su deficiencia personal y la incertidumbre sobre su vida futura. Es decir, muchos se salvan porque ansían recibir la promesa de vida eterna con Cristo. El Nuevo Testamento dice mucho más acerca de la vida venidera que el Antiguo Testamento. Esto es porque Cristo es la primicia de la resurrección. Esto no quiere decir que él fue la primera persona que se levantó de los muertos, pero él fue la primera persona que resucitó por su propio poder y que se presentó en su cuerpo resucitado y glorificado.
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    ¡Para el cristiano el morir es ganancia! Hay muchas cosas acerca del cielo que no conocemos. Nuestra curiosidad nos acucia y buscamos en todas las fuentes disponibles tratando de encontrar las respuestas que satisfagan nuestras interrogantes. Por ejemplo, la Biblia nos enseña que habrá una resurrección de los muertos en Cristo al volver Jesús. Aquellos que son salvos recibirán un cuerpo glorioso. No estará sujeto al tiempo ni al espacio.

    Este cuerpo en algunos aspectos se asemejara a nuestro cuerpo actual, y sin embargo; será muy superior en todo sentido. El nuevo cuerpo será una morada adecuada para el alma eterna. No obstante, la Biblia no despeja la incógnita, y es más bien vaga, en lo que respecta al “paréntesis” entre nuestra muerte física y la venida del Señor. Pablo habla de estar “ausentes del cuerpo” y “presentes al Señor” (2 Co 5:8) cuando se refiere a nuestra partida del mundo físico en esa experiencia que llamamos muerte. Para nosotros este paréntesis es dormir, pero esta es la forma como lo miramos mientras estamos en la carne.
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    En verdad, Jesús habló de la muerte como el sueño mientras él estuvo aquí en la tierra. Sin embargo, la Biblia indica muy claramente en muchos lugares que el alma está consciente durante ese período intermedio. Un gran evangelista dijo una vez: “Algún día ustedes van a leer en los periódicos que yo he muerto. No lo crean ni por un segundo. En ese momento yo habré de estar más lleno de vida que lo que jamás lo he estado en esta tierra”. Las descripciones del cielo en el Nuevo Testamento expresan gozo, paz, ausencia de dolor, nuestra existencia con el Señor, y una vida que nunca acabará.x
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  3. LA CRISIS DE PABLO Y SU DECISIÓN

    ¿Qué debía hacer Pablo? ¿Continuar viviendo en este mundo sirviendo a Cristo o partir y estar con Cristo, lo cual sería mucho mejor? En realidad, la decisión no se hallaba en las manos de Pablo sino más bien con el Señor. Pablo, sin embargo, estaba debatiendo consigo mismo tal alternativa en forma deliberada. Llegó a una profunda conclusión. Sabiendo que el continuar su obra terrenal significaría más fruto para el Señor y más crecimiento para aquellos a quienes él servía, decidió que Dios lo estaba guiando a más años de servicio. Su causa pronto sería juzgada y Pablo tenía la certeza de que saldría libre.
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    La mayoría de los estudiosos creen que Pablo fue puesto en libertad después del juicio y que hizo otro viaje misionero hacia el este. Alguna de las porciones en las cartas pastorales llevan a esta conclusión. Unos pocos estudiosos creen qué Pablo hizo también un viaje hacia occidente y qué quizá llegó hasta España.Pablo les da a los Filipenses un consejo práctico. Deberían continuar su servicio para Cristo ya sea que el apóstol llegara a visitarlos o no. Les anima a que permanezcan juntos en la comunión y el esfuerzo misionero, y les exhorta a enfrentar la oposición con coraje. Les ruega que recuerden que aun el sufrimiento puede ser un privilegio, especialmente cuando es por amor a Cristo y a su obra.
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CONCLUSIÓN
El consejo de Pablo a sus amigos de Filipos tiene una aplicación única en nuestros días. Extraños acontecimientos están desarrollándose en el mundo. A veces los cristianos se sienten tentados a dejarse llevar por el pánico por un lado, y por otro lado a “salirse por la tangente”. Algunas personas pretenden haber encontrado la clave de futuros eventos y capitalizan su prédica en este seudo-conocimiento explotando a los crédulos que les sigan ciegamente. Por otro lado, algunos se sienten totalmente frustrados con la aparente falta de remedio a las condiciones existentes en el mundo, y se incapacitan emocionalmente para la vida y el servicio cristiano.

¿Qué pues hará el cristiano entendido? Deberá seguir el consejo sencillo y a la vez profundo de Pablo a los cristianos de Filipo. Aun cuando pensemos, o no, que Dios está a punto de dar por finalizada la historia de la humanidad, nuestra parte es servirle fielmente ahora. Si ya Dios está dispuesto para llevarnos al cielo, debemos nosotros estar listos para partir. Si por otro lado él desea que continuemos viviendo en este mundo lleno de perplejidades debemos continuar firmes, abundando siempre en la obra del Señor. De una cosa podemos estar seguros, ¡nuestro trabajo nunca será en vano ni infructuoso si lo hacemos por amor a nuestro Salvador!