Sermón 4: Dificultades que pueden resultar en bendición — Fil. 1:12

TITULO: Dificultades que pueden resultar en bendición

TEXTO: “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio” (Fil 1:12)

LECTURA BÍBLICA: Filipenses 1:12-19

INTRODUCCIÓN. Pablo siempre quería que sus oyentes o lectores conocieran los hechos en forma completa. El mismo nunca dejó de mirar de frente la realidad y trató de ayudar a otros hacia la saludable actitud de aceptar las cosas tal como eran y buscar con la ayuda de Cristo de sobreponerse a las circunstancias.

Pablo estaba en la cárcel. Si bien no se trataba del calabozo al cual más tarde se vería confinado, sino su casa de alquiler, lo mismo estaba bajo vigilancia continua y era por cierto un prisionero. Pablo nunca trató de ignorar este hecho, pero tampoco lo usó para atraerse la compasión de la gente. Al contrario Pablo no quería conmiseración por esta situación y por las limitaciones de su actividad física. Ésta sección de su carta trata sobre el hecho de que aún en medio de las dificultades y desilusiones, él había logrado ciertas ventajas definitivas.

  1. DEBERÍAS ENTENDER
    Muchas personas pierden grandes bendiciones en la vida por no entender el significado de un acontecimiento y no hacer ningún esfuerzo para explorar los hechos que lo rodean. Supongamos que Moisés se hubiera apartado de la zarza ardiente por ser algo que él no entendía. Hubiera perdido una de las mayores bendiciones y oportunidades de su vida. Estando prisionero Pablo ya no podía ir de un lado a otro libremente pregonando el evangelio de Cristo. Supongamos que se hubiera amargado, y quejado contra Dios. Habría entonces abandonado sus esfuerzos para que otros conocieran las buenas noticias acerca de Cristo. Podría haber llegado a la conclusión de que su ministerio había terminado, y permitir que el cinismo se apoderara de su ser. Juan el Bautista llegó muy cerca de ese estado de ánimo. Hallándose en la cárcel envió una comisión para preguntar a Jesús si realmente era el Mesías. La inactividad había llevado a Juan al borde de la duda.

    Pablo, sin embargo, rehusó tomar esta posición. El se hizo el razonamiento de que si Dios lo había colocado en la cárcel, era porque él tenía un propósito especial en permitirlo. Pablo compartía el sentir del poeta que escribió:

    A complacer todos tus gustos
    El mundo nunca se avendrá
    Algunas cosas saldrán mal
    En tu vida terrenal
    Y cuanto antes lo sepas mejor será.

    Es locura que luche con el Infinito
    Y al fin sucumba el combatiente
    Se acomoda él hombre sabio
    Al plan del Bendito
    Como el agua al recipiente.

  2. LA PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO
    Pablo expresa abiertamente sus sentimientos acerca del desastre que le ha sobrevenido. Se niega a ser un hombre vencido al final de la carrera.

    No acepta el hecho de que esté encerrado en la prisión meramente aguardando su probable ejecución, y que su esperanza de liberación es muy remota. Negándose a tomar la ofensiva, comienza a contar a todos los que le rodean acerca de su experiencia personal con Jesús en el camino de Damasco y la nueva fe allí descubierta. En los días en que vivía Pablo, como en los nuestros, la gente había llegado a un estado de desilusión con los falsos valores que sustituían todo lo que era real. Ansiaban algo que les proporcionara confianza tocante al significado de la vida, y una esperanza para el futuro más allá de la tumba. El cristianismo era la única respuesta a sus anhelos, y Pablo entregaba su mensaje con tal certeza que la gente sentía que únicamente Jesucristo podría llenar esa necesidad imperiosa de paz que existía en lo más íntimo de su ser. Pablo creía que en la vida sólo un asunto importaba: en un mundo incierto había Uno que podía proporcionarle algo por lo cual valía la pena morir y aun vivir.

    Al presentar Pablo este mensaje a los que le rodeaban, ocurrió una cosa extraña. Los soldados, impresionados por el carácter firme de Pablo, quisieron saber más acerca de su Salvador y Señor. Al aceptar a Cristo los que lo vigilaban, la voz se corrió y Pablo se transformó en un objeto de interés. Por medio de aquellos a quienes Pablo había alcanzado, el evangelio se extendió más.

    La palabra que Pablo usa como “progreso” indica la marcha de un ejército. En otros lugares se usa para el talado de árboles y desmonte de malezas y la remoción de barreras que podían estorbar el progreso de un ejército. Esto es muy significativo en el caso de Pablo. Si él hubiera planeado irrumpir dentro del círculo selecto del emperador nunca hubiera tenido éxito pues los obstáculos eran muchos. Sin embargo, como prisionero, él podía ver a esa gente cara a cara y testificar de su fe ante ellos. Sin duda alguna su decisión, mientras estaba en Cesarea, de apelar a Roma, fue guiada por Dios aunque él no lo comprendiera en esos momentos. El viaje a Roma le dio a Pablo un campo de acción mucho más amplio de lo que jamás imaginara.
  3. COBRANDO ÁNIMO CON MIS PRISIONES
    Cada uno de nosotros tiene más influencia sobre otros de lo que nos damos cuenta. Si bien Pablo era un prisionero, su fe firme animó a los más débiles. Es evidente que había otros creyentes que tenían contactos con Pablo.

    Algunos titubeaban pero el coraje de Pablo les inspiró y cobraron nuevas fuerzas para testificar de su fe. Un creyente de renombre nos cuenta que siendo un hombre joven estaba presente en una reunión social donde se servían bebidas alcohólicas. El no había esperado esto y realmente no quería beber. Al mismo tiempo parecía que todo el mundo en la mesa dejaba que el mozo llenara la copa. Luego se fijó en una joven, por quien sentía gran respeto y decidió ver qué hacia ella. Cuando ella sonriendo amablemente dio vuelta a su copa indicando que no deseaba beber, él inmediatamente hizo lo mismo. Más tarde esa joven llegó a ser su esposa y por muchos años sirvieron juntos al Señor en forma notable. La firmeza de la joven le dio a él coraje para poner en práctica su convicción. ¡Cuán importante es nuestra influencia!
  4. ALGUNOS OBRABAN CON UN MOTIVO ERRADO
    Pablo podría haberse dejado abatir por aquellos que estaban tratando de desacreditarlo a él personalmente. Parece increíble que existieran celos y envidia entre los cristianos cuando todos estaban enfrentando tales dificultades. Pablo no se extiende sobre este asunto ni da detalle alguno, sino simplemente menciona que había aquellos que parecían hacer sus cadenas más pesadas por la forma en que predicaban el mensaje de Cristo. Aunque no podemos estar seguros del todo, puede que estos hayan sido aquellos cristianos que habían sido influenciados por los judaizantes y que se oponían al mensaje de Pablo de la salvación por gracia solamente sin las ceremonias o las buenas obras de la ley. La filosofía de Pablo es excelente en nuestros días. ¡No tratemos de luchar contra la oposición! ¡Especialmente si estamos ocupados en la obra del Señor! Las personas no se ganan para Cristo con nuestros ingeniosos argumentos o nuestra habilidad, sino por medio de una experiencia personal con Jesús. Jesús es suficiente para colmar las necesidades del hombre y puede transformar su vida aun cuando el mensajero esté algo confundido sobre la forma en que el Señor lo lleva a cabo. ¡Dejemos que la persona reciba a Cristo y su poder transformador la cambiará completamente!
  5. EL ESPÍRITU DE JESUCRISTO… MI LIBERACIÓN
    Pablo sabía que si él mantenía su espíritu en comunión con el Señor, él sería vindicado. Pablo estaba seguro de que si los Filipenses continuaban orando por él, y él mismo seguía manifestando la dulzura del espíritu de Cristo en su relación con otros, al fin saldría victorioso en su inminente juicio ante el tribunal romano.

    Esta es siempre la manera de hacer frente a la oposición, con firme convicción y con ánimo sosegado. Nunca deberíamos renunciar a nuestras creencias básicas pero tampoco precisamos adoptar una actitud beligerante y anular el mensaje cristiano con obstinación. La adversidad puede fortalecernos. Podemos cambiar las cargas pesadas en puente. Un biólogo observaba una hormiga tratando de llevar una brizna de paja. La hormiga llegó a una resquebradura en el camino; colocó la brizna a través de la hendidura y caminó sobre ella. La pajita era una carga pero la hormiga usó la carga como puente. Una persona sabia puede lograr que aquello que es una carga la sostenga en vez de tratar de cargar con la dificultad. La adversidad puede obrar en nuestro favor. Un antiguo filósofo dijo: “La adversidad tiene el efecto de despertar talentos en nosotros, que en tiempo de prosperidad hubieran permanecido ignorados.”

CONCLUSIÓN. Ya sea que pasemos por una aflicción o por tiempo de crisis, siempre sacaremos provecho. La voluntad de Dios se percibe más claramente durante la noche oscura del desaliento que en el mediodía brillante de la prosperidad. Un creyente pasó por un período muy difícil en su vida, pero a raíz de ello se acercó más al Señor y escribió:

Si toda la vida fuera clara luz
Si nunca llegara a oscurecer
No conoceríamos el gozo
De ver las sombras desaparecer.

Si todo en la vida fuera risa
Si nunca lágrimas hubiera
No conoceríamos la paz
Cuando el temor se fuera.

Dios suele usar la tristeza
Para mostrarnos su amor
Y al desaparecer la pena
Podemos ver de su faz el resplandor.

No te agites ante los pesares
En su propósito todo tiene una razón de ser
Pues cuando El sana la vida rota
Según su voluntad la vuelve a rehacer.

Muchos hombres han logrado la victoria sobre las circunstancias de su vida y han hecho contribuciones a la humanidad que han traído bendiciones a millones de sus congéneres. La ceguera de Milton, la sordera de Beethoven y el cuerpo consumido por la fiebre de Livingstone no les impidió aspirar a grandes hechos. Conquistaron sus impedimentos y moldearon las condiciones de sus vidas al encontrar la voluntad de Dios y llevarla a cabo. La fe no consiste en la habilidad de explicar las cosas, sino que es ese espíritu que se atreve a seguir adelante y realizar cosas sin aun tener la solución del rompecabezas.