Conclusión

Gerhardus Vos dice que la escatología determina la filosofía de la historia. Habiendo repasado la doctrina bíblica de la escatología, debe ser evidente que es el caso.

I. Bultmann y la filosofía de la historia

Una escatología errada lleva a una idea errónea de las cosas aquí ahora. Bultmann, en su “escatología realizada”,[1]History and Eschatology, the Presence of Eternity, Rudolph Bultmann, Gifford Lectures, 1955. Harper Torchbook, 1962. Compare la “escatología realizada” de C. H. Dodd, en The Parables of the … Continue reading considera mitológica la enseñanza bíblica acerca del tema de escatología. Dice, “la esperanza mesiánica…podría tener sus orígenes en la mitología cósmica, en que cada período del mundo es dirigido por un nuevo gobernador, es decir, una nueva estrella”.[2] Op. cit., p. 28. La perspectiva de Bultmann es que, ya que la escatología bíblica es mitológica, entonces la pregunta del significado de la historia general es absurda. Arguye, “Por lo tanto, podemos entender que la pregunta acerca del significado de la historia surgió por primera vez en un contexto donde creían que conocían el fin de la historia. Esto ocurrió dentro del concepto judío-cristiano de la historia, que dependía de la escatología. Los griegos no preguntaron por el significado de la historia, y los filósofos no desarrollaron una filosofía de la historia. Una filosofía de historia se formó por primera vez en el pensamiento cristiano, porque los cristianos creían que conocían el fin del mundo y de la historia. En tiempos modernos, la escatología cristiana fue secularizada por Hegel y Marx. Hegel y Marx, cada uno en su propia manera, creía que conocían el propósito de la historia, e interpretaban el curso de la historia a la luz de este supuesto propósito.

“Hoy no podemos suponer que conocemos en fin y el propósito de la historia. Por lo tanto, la pregunta acerca del significado de la historia no tiene sentido”.[3]Op. cit., p. 120.

“Por supuesto, pedir significado en la historia no se permite si se trata de buscar el propósito”.[4]Op. cit., p. 135.

“Porque el significado en la historia en este sentido [significado del proceso histórico entero] podría ser reconocido solamente si pudiéramos pararnos al final de la historia y detectar su significado mirando hacia atrás”.[5]Op. cit., p. 138.

Lo que Bultmann llama “escatología realizada” propone que Jesús enseñaba que todo lo que sucederá en el reino de Dios “ya estaba presente en Su persona”.[6]Op. cit., p. 31.

Bultmann explica, “pero el hombre no puede pararse al final de la historia, o fuera de la historia. Se para dentro de la historia. La pregunta acerca del significado de la historia, sin embargo, puede y debe ser formulada en otro sentido, es decir, como una pregunta acerca de la naturaleza, la esencia, de la historia. Y esto nos hace preguntar: ¿cuál es el centro de la historia? ¿cuál es el tema? La respuesta es: el hombre”.[7]Op. cit., p. 138 y siguiente.

II. Nuestra filosofía de la historia

Ciertamente, el enfoque escatológico que uno tiene influye en su filosofía de la historia. El que cree en la segunda venida de Cristo como una catástrofe que destruirá el reino de la bestia, el que cree que los reinos de este mundo llegarán a ser el reino de nuestro Señor Jesucristo solamente después de tal evento catastrófico, no podría considerar la sociedad en general como un organismo, o encontrar consuelo en el desarrollo del socialismo mundial. El pos-milenialismo, con su idea del progreso gradual de la sociedad humana hacia el reino de Dios, por medio del crecimiento espiritual, encuentra atractiva la perspectiva orgánica de la sociedad y también el cambio gradual hacia el socialismo. Para los pre-milenialistas, la iglesia solamente se puede considerar un organismo, el cuerpo y la novia de Cristo, que está en el mundo pero no es del mundo.

Aceptar la doctrina del reino milenial futuro de Cristo en la tierra modifica la actitud hacia las cosas materiales de esta creación. Ya que el propósito de Dios en este mundo no será frustrado, sino que será vindicado en un tiempo extendido de gobierno perfecto de Cristo con Su santos, un reinado en que la maldad será limitada mientras está atado satanás, pero un reinado en que los mortales pueden rebelarse cuando tienen la oportunidad final, nosotros vemos el dilema del hombre de otra manera. Con la vindicación del propósito creativo de Dios en mente, el cristiano tiene otra actitud hacia las cosas materiales. Cada hoja de césped, cada grano de arena, se ve bajo otra perspectiva. Cada árbol y cada flor se ven a la luz de la bondad de Dios hacia el hombre, creado en Su imagen. Cada maleza y cada reptil venenoso se contemplan a la luz de la caída del hombre. Cada error y cada falla de la iglesia visible en el curso de la historia se ven en la perspectiva cósmica, a la luz del futuro reino visible de Cristo.

De manera semejante, la doctrina de los nuevos cielos y la nueva tierra, donde reina la justicia, una edad de absoluta perfección sin pecado, arroja luz maravillosa sobre las luchas de esta época actual, y nos capacita para darnos cuenta de que las cosas “las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Corintios 4.18).

References

References
1 History and Eschatology, the Presence of Eternity, Rudolph Bultmann, Gifford Lectures, 1955. Harper Torchbook, 1962. Compare la “escatología realizada” de C. H. Dodd, en The Parables of the Kingdom, 1935.
2 Op. cit., p. 28.
3 Op. cit., p. 120.
4 Op. cit., p. 135.
5 Op. cit., p. 138.
6 Op. cit., p. 31.
7 Op. cit., p. 138 y siguiente.