Sermón 3: ¿Qué regalo daremos para la Navidad? (Mateo 2:1-15)

TEXTO: “… y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mt 2:11)

LECTURA BÍBLICA: Mateo 2:1-15

ORACIÓN POR LA OFRENDA: Misericordioso Padre Eterno, dador de la vida eterna y de toda buena dádiva, a ti venimos para ofrecerte en adoración el amor de todo nuestro corazón, la alabanza de nuestros labios y el producto de nuestro trabajo. Como los magos de antaño trajeron de sus bienes preciosos dones, así hoy queremos traer diezmos y ofrendas con sincera reverencia hacia aquel a quien has designado para ser nuestro rey. Ayúdanos a entregar nuestras vidas plenamente y sin condiciones a su servicio. Te lo rogamos en el nombre salvador de Jesús. Amén.

INTRODUCCIÓN: La época navideña es un tiempo de dar. Esta práctica comenzó en relación con la primera Navidad. Los magos trajeron dones materiales de oro, incienso y mirra dignos de un rey. Trajeron lo mejor que el dinero podía procurar.

Los pastores no trajeron regalos materiales, pero trajeron su fe. Creyeron el mensaje angelical. Ellos creyeron que Dios desea que creamos.

José y María dieron sus vidas. Se entregaron en las manos de Dios. No entendían plenamente, pero estaban dispuestos a integrarse a los planes de Dios para sus vidas.

Dios el Padre dio la mayor dádiva de todas, su unigénito Hijo. Dio el don inefable, que no puede describirse con palabras. Dio el don que no puede repetirse.

¿Y qué daremos nosotros en esta época navideña? Es este el problema que nos confronta a todos. Quiero hacer algunas sugerencias, rogando a Dios que sean de bendición para todos.

  1. DEMOS AMOR
    Los Fariseos, para probar a Jesús, le hicieron esta pregunta: “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?” (Mt 22:36).  Jesús respondió a la pregunta diciendo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley de los profetas” (Mt 22:37-40).

    1. Ama al Señor
      1. El tiene la prioridad sobre la familia (Mt 10:34-38).
      2. El tiene la prioridad sobre las cosas (Mt 6:33).
    2. Ama a los demás (1 Jn 4:20,21).
      (xx)
  2. DEMOS EL PERDÓN
    Jesús dijo: “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mt 6:12).Perdonar quiere decir alejar, borrar, despedir. Cuando Dios nos perdona, considera la deuda pagada. No lo pone más a nuestra cuenta, y luego es posible la reconciliación.Los pecados o deudas no perdonados causan contienda, amargura o celos. Es interesante notar que Jesús, conociendo los corazones de los hombres, sintió la necesidad de explicar esta petición del Padre Nuestro. Dijo: “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” (Mt 6:14,15).
    (xx)
    El perdonar es una característica de todo ciudadano de su reino. Requiere un gran esfuerzo para perdonar. A Dios le costó dar su Hijo para poder perdonarnos y por eso debemos también perdonar.
    (xx)
    La Navidad tiene que ver con la venida de un Salvador que nos redime, nos perdona.
    (xx)
  3. DEMOS UN BUEN EJEMPLO
    Simón Pedro escribió: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 P 2:21).Pablo le dijo a Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Ti 4:12).La palabra ejemplo quiere decir “escribir debajo”. Los niños copiaban la letra del maestro de caligrafía. Jesucristo, nuestro Salvador y Señor, dejó las pisadas de los pasos que él dio estando en la tierra. Hemos de caminar en sus pisadas. Hemos de andar en sus pasos. Debemos de caminar por el mismo sendero que él transitó. Tenemos que ser semejantes a Cristo. El creyente ha de ser un ejemplo.Demos un buen ejemplo en tiempo de Navidad, especialmente a los niños.
  4. DEMOS EL EVANGELIO A LAS ALMAS HAMBRIENTAS
    ¿Qué es el evangelio? El evangelio son las buenas noticias acerca de Jesucristo. Incluye su venida, su muerte y su resurrección (1 Co 15:1-5). Hemos de compartir el evangelio con otros.El profeta Amós anuncia: “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar: desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán” (Am 8:11,12).Hay, de veras, hambre en América y en todo el mundo. Hombres y mujeres, niños y niñas tienen hambre de oír el evangelio del Señor Jesucristo.
    (xx)
    El ángel del Señor anunció el nacimiento de Cristo a los pastores con estas palabras: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador que es CRISTO el Señor” (Lc 2:10,11).
    (xx)
    Demos el evangelio a los perdidos de nuestros días. Proclamemos a Cristo a todos.
    (xx)
  5. DEMOS GLORIA A DIOS
    La multitud de las huestes celestiales en aquella primera noche de Navidad alabó a Dios diciendo: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lc 2:14).  Hay cuatro buenas razones para que demos gloria a Dios:

    1. Engrandece a la persona a quien corresponde. Juan el Bautista tenía razón cuando dijo: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” (Jn 3:30).
    2. Reconoce nuestra mayordomía. “Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios” (Sal 103:1,2).
    3. Dios es el dador de toda buena dádiva y todo don perfecto. Démosle gloria por este motivo.
    4. Expresa humildad y gratitud. Los orgullosos no dan gloria a Dios. Los viles no expresan gratitud. Dios es alabado por los humildes y agradecidos.
    5. Enardece el corazón. El dar gloria a Dios enardece el corazón del creyente: ¿A quién no hace arder el corazón oír cantar himnos de gratitud y loor?

CONCLUSIÓN.
Al hacer nuestros regalos en esta época Navideña demos aquel regalo que perdurará por toda la eternidad. Dios nos dio un regalo tal al enviar a Cristo al mundo.

Durante varios años un diario de Chicago, el Chicago Daily News, llevaba en la primera plana cada víspera de Navidad un dibujo por el ganador del premio Nobel, Vaughan Shoemaker. Debajo de un árbol de Navidad hermosamente decorado se mostraba un paquete sin abrir rotulado: “La vida eterna”. El título del dibujo era “El regalo abandonado”.  Además se citaba Juan 3:16.

Dios en su bondad dio a Cristo al mundo. Ahora ofrece vida eterna a todo aquel que quiera recibirlo. “Y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Ap 22:17).